lunes, 29 de diciembre de 2014

Maldeojos. No me puedo quejar



No me puedo quejar
(Artículo publicado el domingo, 28 de diciembre, en diarios de EPI PRESS)



      La semana pasada no podía respirar. En esta no me puedo quejar. O sea, que algo se ha ganado, se puede pensar. Siga leyendo, por favor.
-¿Qué tal por España?
-Bueno, no me puedo quejar.
-Entonces bien, ¿no?
-No, no. Que no me puedo quejar, que me multan si me quejo.

Quizá conozcan el diálogo que ha saltado a las redes. Es un reflejo perfecto de lo que este Gobierno entiende por libertad. Así las cosas, señor ministro, don José Fernández Díez, supernumerario, ¿la mordaza que nos pondrán la compra el ciudadano o corre por su cuenta? El otro día, recién aprobada lo que su Gobierno, en otro alarde de perversión lingüística, llama Ley de Seguridad Ciudadana, la policía de Madrid empezó a practicar lo que para Mariano Rajoy es la libertad impidiendo que Raquel Sánchez Silva, unida a programas de Cuatro como Pekín Expréss o Perdidos en la tribu, grabara imágenes de la fachada de la sede del PP desde su balcón –vive cerca de la calle Génova- el día en que Daniel Pérez, de Bronchales, Teruel –por cierto, agraciado el pueblo con un quinto de la Lotería Nacional, manda cojones- estrelló su coche con dos bombonas dentro en la sede del partido. Las protestas contra esta ley se han sucedido por toda España. Hemos visto las imágenes en todas las televisiones. ¿Hasta cuándo? Pues hasta que la policía lo considere oportuno “para nuestra seguridad”. El Gran Wyoming, que de nuevo humilló desde La Sexta Noche al político en activo que acudió a Telecinco como estrella de Un tiempo nuevo, decía con su verbo torrencial, que la policía, es la que decidirá si algo es delito o no, y la que nos podrá arrebatar el móvil por hacer fotos o grabar imágenes de sus actuaciones. Rajoy, como ya sabíamos, no es el político tontito, sin ideología, que estaba ahí sin sentir ni padecer. Qué va. Tiene ideología, sabe lo que hace, ejecuta un plan al milímetro, y cada paso que da, en economía, sanidad, educación, en lo social, va en la misma dirección, crear ciudadanos asustados, sometidos, dependientes, perfectos y útiles para el gran capital, el Gran Mangante.



José Fernández Díaz, ministro del Interior, supernumerario del Opus, el mismitico que concedió -sin ánimo de chiste- la más alta condecoración policial a la Virgen conocida en el mundo mariano como Nuestra Señora María Santísima del Amor, aunque la tal ni fue muerta en acto de servicio ni quedó mutilada a resultas de su trabajo, condiciones que especifica la legislación para otorgar semejante distinción. Bah, pelillos a la mar. Ah, la pensión vitalicia que conlleva la medallita no se la han dado a la muñeca por cosa obvia.. Bien, pues este genares, con el consentimiento del presidente del Gobierno, ha firmado la ley que endure la libertad de manisfestación y protesta ciudadana. Todo cuadra. Nota. Si se menciona aquí la creencia religiosa de alguien, algo respetable, es porque esas creencias particulares condicionan la actividad pública del mentado. Y eso es inaceptable.
Impecable caca
Por cierto, el invitado a Un tiempo nuevo la semana pasada fue Rafael Hernando, el portavoz del PP en el Congreso. Menuda boca tiene el pájaro. Si uno no quiere para sí mismo ninguna mordaza, tampoco para los políticos. La única mordaza que deberían de practicar es la de la prudencia. El nuevo portavoz va marcando terreno como los perros, meándose por las esquinas. ¿Por qué tenemos que soportar a tipos que manipulan y defienden ahora lo que antes los enfurecía? Dice que Podemos va de Don Limpio pero están cubiertos de “suciedad, por no decir caca”. Por favor. Como si fuéramos cretinos, dice sin que la policía de la decencia política se le eche encima, que el partido de Pablo Iglesias, sólo quiere preguntas amañadas y a su medida”, olvidando que Rajoy es el rey del plasma. Y defiende el cheque bebé, a meses de las generales, cuando lincharon por lo mismo a Zapatero. No se puede decir una cosa cuando se está en la oposición y otra cuando se gobierna. ¿Quién lo dijo? De don Mariano, pero como líder de la oposición. Todas estas minucias las saca Más vale tarde, el programa de Mamen Mendizábal, es decir, La Sexta, es decir, la cadena de la que el PP está harta. ¿Y si prohibieran usar el archivo de las teles? ¿Y si se regalaran para Reyes, antes de que los boten las urnas, unas televisiones como la que ya tienen en TVE? Alfonso Rojo hizo un retrato fiero de lo que se cuece en la tele pública entre bambalinas cuando dijo antes de la entrevista a Pablo Iglesias, como respuesta a la consigna del director de La Noche en 24H, de que hubiera buen rollo para que “no parezca una encerrona”, que al enemigo, ni agua. Esta desvergüenza tan acojonante constata entre bastidores el sesgo ideológico que con tanto descaro se nota luego. Es tal el desprecio y la desfachatez que a los pocos días José Antonio Sánchez, director de RTVE, calificó de “impecable” la entrevista. Pone la cerecita de nuevo Alfonso Rojo, que al publicarse el audio con su bravuconada, dijo que en TVE no te puedes fiar de nadie porque “serían capaces de filmarte el culo en el baño y subirlo a Youtube”. Dios no lo quiera. Propongo otra cosa. Que hagan limpieza de sangre con el carné del partido en la boca. 
Momento de la famosa entrevista -cuidado, que no crea que es una encerrona- a Pablo Iglesias en el canal público 24H. Alfonso Rojo, una vergüenza periodística,advertía en el pasillo, antes del encuentro, que "al enemigo, ni agua". Para los directivos de la tele pública la entrevista fue... IM-PE-CA-BLE.


Yo no veo Sálvame

Otros expertos en manejar desechos están en Mediaset. La última de Sálvame y su madre, la productora La Fábrica de la Tele, es hacerse la víctima con el aviso de la Comisión Nacional del Mercado de la Comunicación, que le dio un plazo de 10 días para respetar, de una puta vez, el horario de protección infantil ya que, dice la CNMC, sus contenidos no resultan adecuados para emitirse en la franja horaria de protección reforzada. La Comisión destaca en su resolución hechos, frases, y situaciones reales que se han oído durante la emisión, y dice que se presentan de forma explícita, entre otras vulneraciones, graves conflictos de tipo emocional –venganza, malos tratos, divorcios traumáticos, violencia doméstica, odio-. Destaco una frase que puede resumir una tarde normal. “A mí ya todo me da igual, pero ésta no se ríe de mí y menos de mi madre. Por eso lo vuelvo a repetir aunque lo saque Ana Rosa: te saco los ojos, me los como, los vomito y los pisoteo, ¿vale? Así es. Lo dijo la señora Belén Esteban. Un asco. Pues bien, agobiadas por su propio excremento, productora y cadena se han puesto el traje de víctimas, felices por el jaleo y la bulla, y tras acatar la resolución –han dividido en dos el programa-, han pedido que el público exprese su apoyo con el lema “Yo veo Sálvame”. Va a ser que no. Yo, por borricas como Raquel Bollo, no ma-to. Pero tampoco quiero que las amordacen. Mi mordaza es no ver el programa.

Momento en que el cortijero mayor se dirige a la parva para meter miedo haciéndose las víctimas. Que viene el lobo y nos cierran la cuadra. Es mentira. Nadie quiere cerrarles el basurero. Pero hay unos horarios protegidos que hay que cumplir, y estos gañanes no los cumplen. Eso es todo. Sálvame es un alarde de mal gusto, de peleas, de mal rollo, de amenazas, de exhibición de venganzas, y la CNMC ha dicho basta. Eso es todo. Telecinco, que no es tonta, no sólo ha entendido el mensaje, porque sabe que es verdad, sino que ha remediado la cosa dividiendo Sálvame en dos partes, siendo la última, con los niños por la casa, un poco más suave de tono. Pero han aprovechado el lío para engañar e ir de mártires. Que les den. Es su negocio, no el nuestro.

La guinda
Sonia la zafia
Hasta el final fue vulgar. Sonia Castedo, elegida alcaldesa por orden de los ciudadanos que la votaron, no estuvo a la altura de esa confianza. Su cobarde dimisión, su chulesco desprecio por las formas, ha ocupado de nuevo informativos y tertulias, y de nuevo han resumido su lamentable paso por el ayuntamiento alicantino recordando su panoplia de gestos chabacanos, vulgares, ordinarios. Qué putada de imputada para Alicante.  

No hay comentarios:

Publicar un comentario