No puedo respirar
(Artículo publicado el domingo, 21 de diciembre, en diarios de EPI PRESS)
Esa frase, no
puedo respirar, se convirtió hace unos días en lema de pancarta, asumida por
miles de norteamericanos que se echaron a la calle para protestar contra la
evidente agresiva impunidad de la policía. Como supimos, en todos los casos la
policía mató a varias personas, todas negras, y en diferentes estados, incluido
el niño de Cleveland, Ohio, Tamir Rice, sin ni siquiera ser acusado ningún
policía por su actuación. De alguna de ellas hay imágenes, pero la que te deja
sin respiración es la brutal agresión de la policía, que acabó en muerte, a Eric Garner, un vendedor ilegal de
cigarrillos que fue estrangulado por un agente a pesar de los gritos
desesperados del hombre diciendo, ya en el suelo, no puedo respirar, no puedo
respirar, y así hasta once veces, cuando en efecto dejó de respirar. Recuerdo
que en su momento La 1 conectó en directo con la corresponsal en Nueva York, Almudena Ariza, que hizo un resumen de
la actuación policial. Desde casa también recuerdo que ante la sucesión de
casos, uno detrás de otro para completar el reportaje, me iba quedando pequeño,
asombrado, furioso, sin respirar. La ola de protestas recorre estos días el
país, donde blancos y negros se dan la mano para que el grito sea unánime y la
rabia ciudadana conmueva a una justicia que cierra los ojos cuando el posible
culpable es un policía blanco. No puedo respirar. Buena letra para otras
situaciones, para otros focos. El otro día, sin ir más lejos, casi me quedo sin
aire escuchando un enfrentamiento al límite entre el experto polemista Miguel Ángel Rodríguez, hooligan del
Gobierno y sus fechorías, y la experta en tocar pelotas, además de religiosa
con un ojo bizco de tanto mirar a la izquierda, Lucía Caram, de cuyo duelo en Un
tiempo nuevo de Telecinco pasó un resumen Jesús Cintora en su programa de Cuatro.
Momento en el que la policía de New York estrangula a Eric Garner, que gritó hasta once veces que no podía respirar. Un asesinato con todas las de la ley en el que la justicia -blanca- no vio culpables. |
Miles de personas, por todo el país, blancas y negras, se han echado a la calle para protestar con la última frase que dijo Eric, no puedo respirar. |
La tetona
Dos cositas.
Una. Un tiempo nuevo ya se ha quitado
la careta. Lleva un par de semanas “telecinqueando”. Como vieron que La Sexta Noche se los comía por patas
jugaron la carta de engatusar al más buscado, y dieron con él, y el pequeño
Nicolás, el repelente Francisco Nicolás
Gómez, trasunto repugnante de este tiempo de pícara podredumbre, ya come de
la mano de Mediaset, es decir, se ha puesto al servicio del circo. Hay formas
de pagar a pájaros de su calaña sin que a su cuenta llegue un solo euro. La
exclusividad de la mierda en televisión se paga hoy con extremo cuidado, que
Telecinco no quiere otro “caso La Noria”,
cuando la productora pagó a la madre de un delincuente para que hablara en el
plató sobre la muerte de Marta del
Castillo. Semejante abyección causó tal escándalo que las redes sociales
primero y luego millones de espectadores pidieron a los anunciantes que
retiraran su publicidad de aquel estercolero. Fue tal la desbandada que La Noria tuvo que cerrar. A la mierda.
Por un tiempo, el aire de Telecinco era menos tóxico. Paolo Vasile, que mira por sus accionistas por encima de todas las
cosas, no quiere volver a las andadas. Así que si hay que pagar a cuatreros,
que se busquen las artimañas, pero que ni dios se entere, y mucho menos se
pueda probar. ¿Alguien con el cuajo de este mico que ocupa horas y horas de
televisión va a estar atado a Mediaset en exclusiva por amor de estado? Total,
que Un tiempo nuevo vio a dios con la
presencia del caradura. Hoy, queriendo hacer de su presencia una presencia
imprescindible, el programa es cada semana más infumable, más circo, más
Telecinco, más aburrido teatralizando hasta la parodia el antagonismo
ideológico, y entro en la segunda cosita, con la monja y el ex vocero de Aznar. La semana pasada, con la visita
de una señorita de toscas maneras, gestos vulgares, y corta de ideas pero no de
tetas, conocida en el mundo de la farándula televisiva como La Pechotes, el programa empezó a derrapar.
Hasta en audiencia. ¿Qué será lo próximo para remontar otra vez?
¿De verdad que esta señora, Isabel Mateos, La Pechotes, es objeto de deseo? Es cierto que si bajamos el foco aparecen dos mamas considerables. Pero en cuanto abre el pico, ay, a la mierda las tetas. O le dices que se calle y tal. Claro que para Telecinco no está mal. |
Nivel “tronista”
Yo me ando con
melindres, que diría mi admirada María
Bouzas, la malísima doña Francisca de El
secreto de Puente Viejo, la excelente serie diaria en las sobremesas de
Antena 3, para hablar de pagos al machote farsante que sólo habla con
Telecinco, pero el gran Paco Marhuenda
tiró la casa por la ventana en Al rojo
vivo y aseguró que una productora –Un
tiempo nuevo es de Mandarina- le lleva soplados al Nicolás ese 200.000
euros. Te cagas. ¿Me comprenden cuando digo que no se puede respirar? ¿200.000
cucos para este cuco del que a diario sacan falsedades a cascoporro pero en
Telecinco, rebañando la caca hasta el vómito, miran para otro lado por si hacen
unas décimas de audiencia? Claro que estamos hablando de la tele, de su lucha
encarnizada por las mercancías que salen de la factoría y, como morcillas o
tocinos, se exponen en la tele de casa tratando de engatusar al codiciado
consumidor. En política, siento traer de nuevo aquí - mentar su nombre es hacer
irrespirable el aire-, a Mariloli
Cospedal. Esta mujer es La Pechotes del PP, capaz de todo con tal de meter
bulla, de dar un cogotazo al votante con tal de noquearlo con su cínico
atrevimiento, con su verbo provocador. Para la Madama de Castilla la sociedad
es tan corrupta como los partidos políticos. Es decir, de qué vas, sociedad, de
qué vas, ciudadano cabreado, a qué vienen tantos aspavientos con la corrupción
del PP si tú, como sociedad, eres tan corrupto como los políticos. El Teorema
de Pitágoras no es tanto que en todo triángulo rectángulo, decía el matemático Aitor Menta en Órbita Laika, el cuadrado de la hipotenusa es igual a la suma de
los cuadrados de los catetos como que la suma de dos catetos siempre da como resultado
un “tronista”. Si ese resultado es agobiante y viciado, imagínense cómo sería
sumar a La Pechotes con Cospedal. Sólo podría ser superado si esos factores los
juntamos con un futbolista de cultura nivel “asesor del amor” tipo Amador Mohedano. Ehh, bueno, sí, ¿no?,
claro, sí, la verdad, bueno, no. Ay, coño, que me ahogo, que me falta el
aire.
No hay foto. Hay un enlace con la imagen de Amador Mohedano cagando. Lo digo así de crudo para que nadie vaya engañado. Todo el mundo caga, claro. E incluso lo hemos hecho en lugares poco ortodoxos. Pero si aparece en esta página es porque simboliza lo que significa el programa que lo ha contratado y la cadena en la que se emite. Pura mierda.
La guinda
El lunes, premio
Ya sé lo que
veremos el lunes. Sin haberlo visto lo sé, como usted. A la hora que sea, es
decir, lo mismo a primera que a media mañana, las televisiones nos sacarán
imágenes de gente nerviosa, llorosa, fuera de sí, enarbolando un número de la
lotería que habrá sido premiado con un chorro de miles de euros. Ojalá, aunque
usted no lo celebre ante las cámaras con su vasito de plástico brindando con
cava barato, tenga algo que celebrar.
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