Wild
Frank
(Artículo publicado el sábado, 23 de agosto, en diarios de EPI PRESS)
No sé si Frank Cuesta es salvaje o no. Sí sé que
en sus primeras apariciones en Cuatro, cuando hacía Frank de la jungla, resultaba un tipo fresco y novedoso, que no se
cortaba ante la cámara, que manejaba un lenguaje bravío y unas maneras poco
ortodoxas ante la cámara. Luego, quizá atraído por el pastel de rica miel,
conforme ganaba notoriedad y volvía con nuevas temporadas, perdía lo que, al
menos a mí, me llamó la atención, su frescura, su naturalidad, y empezó a parodiarse.
El chico malo dio paso al señor grosero. En sus programas por Tailandia no sólo
nos habló de su familia sino que nos enseñó a su mujer, Yuyee, conocida modelo del país asiático, y a sus hijos, con sus nombres
peculiares. Ahí van, Zape, Zorro, Zen, y Pepsi. A mí no me
miren. Lo cuento porque el propio padre lo ha contado y mostrado.
Justo cuando la
etapa de Cuatro se cerraba, y Francisco
Javier Cuesta Ramos, cuyo uniforme para trasegar con bichos y hacerles la
puñeta es zapatillas de colorines, calzón corto, camiseta ancha, y gorra con la
visera a la nuca, es decir, el de un chico malo, decía sí al canal Discovery
para grabar Wild Frank, su mujer era
metida en una cárcel tailandesa acusada de llevar droga. El aficionado
herpetólogo, separado ya de la madre de sus hijos, empezó una lucha sin tregua
en las redes sociales para reclamar justicia ya que la detención, juicio, y
encarcelamiento de Yuyee –no estamos casados ya, dice, pero lucharé por ella y
por mis hijos- es, según escribe, un cúmulo de irregularidades. Pero Frank
Cuesta ha visto que los reptiles y anfibios de esta selva no son como los de la
tele. Y ha decido callarse y luchar desde la legalidad, no con entradas en
Faceboock. Suerte.
La tribu, al completo. En esa foto, que se vio en las primeras entregas del programa de Cuatro, el matrimonio aún seguía junto. Ahora Yuyee está en una cárcel tailandesa. El resto... Zape, Zorro, Zen, y Pepsi. Manda cojones. |
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