Maldeojos. Soy de Hamás

Soy de Hamás

(Artículo publicado el martes, 5 de agosto, en diarios de EPIPRES)

      Si a mí me dicen que escribo crónicas al servicio de Hamás, no hace falta ser el listo de Media Markt para saber que me están llamando terrorista, que yo no soy tonto, señora Hamutal Rogel. ¿Quién es esta tipa? La portavoz de la embajada de Israel en España. Y con la desfachatez y cruel chulería con la que su ejército arrasa muebles, inmuebles, y vidas en Gaza, llama activista al servicio de Hamás a Yolanda Álvarez, enviada por TVE a Gaza –hasta el jueves-, igual que Érika Reija informa desde Jerusalén. Lo que le gustaría a su gobierno es que al mundo le llegara la información que se cocina en sus dependencias para evitar que viera el horror programado, la masacre de los gazatíes, sean terroristas de Hamás, parvulitos, médicos, amas de casa, o comerciantes.

      Esa aplicada portavoz sabe que la guerra de la información la han perdido porque hay imágenes que no soportan ninguna justificación, ni política ni militar ni humanitaria. Pero la soberbia de su Gobierno, su desconcertante impunidad, hace que escriba ese comunicado para ligar el trabajo de la periodista al fruto de su dependencia de Hamás. Da asco. Pero es la táctica de quien lleva décadas haciendo de los detalles su bandera para que nadie recuerde que el conflicto no se ha recrudecido por uno o cientos de cohetes lanzados contra Israel por los de Hamás sino porque Israel ocupa un territorio que no le pertenece. Esa es la clave. Lo de Yolanda es otro fuego de artificio, otra treta. Así que, con esos ojos, este etcétera columnista es otro activista al servicio de Hamás. Por cierto, Julio Somoano no ha dicho esa periodista es mía. Y también da asco.

Yolanda Álvarez en una de sus crónicas desde Gaza, mero teatro, dice con desfachatez de alucinada sinvergüenza Hamutal Rogel, la portavoz de la embajada israelí en España, incluso ha llegado a decir que en sus crónicas la periodista hace "casting" de escenarios y gentes para dramatizar la información. La madre que la parió. Sabe que es mentira, que su Gobierno pone así de bonitas las calles de Gaza sin necesidad de que nadie las destroce, pero los métodos de los gobernantes de ese país son los del chulo que se sabe impune por la gracia de los cielos.

Nota: Yolanda Álvarez, debido a la presión y al repentino sentido de la independencia informativa, ha vuelto estos días a Gaza. Justo es reconocer la decisión de Julio Somoano.

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