domingo, 10 de febrero de 2013

Maldeojos. Las cosas claras. Domingo, 10 de febrero de 2013



Las cosas claras


Es agua pasada, es cierto, pero hay aguas pasadasque sí mueven molinos, sobre todo si hablamos de Castilla, de Castilla-La Mancha, y en este caso de su jefa política, María Dolores de Cospedal. En realidad no es de ella el agua que mueve este molino sino su televisión. El día de autos en que El País destapó la hedionda cloaca de los dineros del PP las televisiones echaron humo –La Sexta, en sus diferentes programas en directo, de debate o de humor, subió como la espuma porque le dio al pueblo lo que es del pueblo, y el pueblo a veces lo que necesita es información, análisis, debate-, pero la tele de la señora con la sonrisa más falsa del espectro catódico no dijo ni pío. Para qué, pensaría el director de ese brazo armado, el ecuánime y jamás ponderado Nacho Villa, si el resto de cadenas van a saturar la parrilla. Y así fue. Ni una mención. Eso es tener las ideas claras. Hay que volver a recuperar lo que le dijo a Ana Pastor la sargenta manchega cuando Ana dirigía y presentaba Los desayunos de La 1 con vibrante pulso periodístico y TVE disfrutaba de un reconocimiento nacional e internacional por su independencia, por su pluralidad, por su calidad y por su credibilidad. Le dijo muy enfada que desde el punto de vista informativo TVE no está siendo una televisión pública imparcial, a lo que la periodista preguntó que si eso era así cuál era su modelo de televisión pública cuando gobierna el PP, y que si estaría representado por Telemadrid, por Canal 9, por CMT, es decir, por su propio canal. Uff, cómo se puso la señora. Bien. Usted no conocerá, ni yo tampoco, a Victoria Vigón, presentadora del informativo de noche del canal manchego. Se negó a silenciar la portada de El País y los papelitos de Bárcenas. Cómo se puso el imparcial soldado Nacho Villa. La despidió –cambio de cometido, lo llaman- sin que le temblara el pulso de su independencia. Las cosas claras, se lee en el atril debajo del logotipo del PP cuando hablan sus dirigentes.

Pajéense rápido


Todo el mundo recuerda la mítica frase de los hilitos de plastilina en estiramiento vertical referidos a la catástrofe del Prestige que pronunció, cuando ya empezaba a flaquear su credibilidad, Mariano Rajoy como vicepresidente del Gobierno de José María Aznar, el hombre sin complejos. TVE venía preparando un Documentos TV, desde la época en que Alberto Oliart era presidente de la Corporación RTVE, sobre aquel desastre ecológico. Hace una semana se llegó a anunciar en La 2 y en el Canal 24. Dios, cómo se pusieron los soldados de Moncloa en TVE. Y una mierda se va a emitir eso. Las razones dadas son de peso, de peso periodístico, impecables. Que cuando se cumplen doce años del desastre, recordar los hechos, las consecuencias, la marea de voluntarios para regenerar mar y playas, no tiene interés porque “Huellas de chapapote” no está ligado a la actualidad y lo mejor es posponerlo. ¿Posponerlo? ¿Para que esté más pegado a la actualidad? Estos detalles –el beso censurado de dos chicos en la reposición de Herederos, la no emisión de la rueda de prensa de Cospedal en La 1 cuando el país necesitaba saber qué tenía que decir el PP sobre los sobrecogedores, la censura de las protestas estudiantiles contra el ministro Wert, el paso de puntillas por el fuego social que arde bajo los pies del Gobierno, el desparpajo con que maquillan la realidad con reportajes en positivo sobre educación, sanidad, investigación- producen no sólo desafección por la pública sino lo peor, desconfianza. El fantasma de Alfredo Urdaci no es un recurso facilón de este comentarista. Es más que eso. Es un fantasma que provoca en la audiencia precaución y recelo, y por tanto huida casi masiva a otras cadenas donde cree encontrar lo que no le da TVE. Los informativos de La Sexta, con sus programas Al rojo vivo o El intermedio han subido, los informativos de Cuatro y el programa de tarde Te vas a enterar de Jesús Gallego y Álvaro de la Lama han subido, y hasta el desleído noticiario de Piqueras en Telecinco, que arranca con brío y se despinta conforme avanza, está creciendo porque la sangría de gente que abandona el Telediario –hasta el de la decana Ana Blanco ha bajado- es un hecho. Ojo con las tendencias. Ignacio Corrales, director de la pública, debería de tomarse en serio su trabajo, tomarse un café reñido con Julio Somoano, el de los informativos, pajearse un poquito pensando en sus jefes y, con las ideas claras, mandarlos a la mierda y pensar como periodistas, no como portavoces de Moncloa o Génova.


Feroz pelea de gatos                                                                                                           


La derecha derecha tiene las ideas claras, clarísimas. Julio Ariza, el alma, corazón y vida de Intereconomía, y el que anda a dos velas porque ni con trajes paga a los que le quedan, también las tiene. Como el gato Antonio Jiménez abandonó su guarida para refugiarse debajo de las enaguas de los curas, tan calentitas y protectoras, para ponerle El cascabel al gato en 13tv, la tele de Ariza se ha quedado en nada. Pero la ultraderecha catódica es bravía. Y han remodelado la programación. Huy, qué miedo. Adelantan un cuarto de hora Punto pelota, adelantan un cuarto de hora la cita con el periodismo estricto de Xavier Horcajo para presentar la gacetilla que ellos llaman el Telediario de Intereconomía, estrenan un programa de tarde llamado La calle no calle. Qué me dicen. Cuando los gatos sacan las uñas entre ellos, la lucha es feroz. Que tiemble Sálvame, que haga las maletas doña Francisca, la de El secreto de Puente Viejo –qué buena de mala María Bouzas-, que se prepare Nieves Herrero y se deje de pamplinas en la tele de los desaparecidos obispos, tan locuaces e indignados ellos en otros momentos por quítame de ahí lo que me toca la sotana. Intereconomía no se rinde y pelea como un gato panza arriba. Van a por todas. Pero lo cierto es que El cascabel al gato se llevó el gato al agua en su estreno. Cómo se notaba que Cospedal –invitada de estreno- estaba entre colegas, tranquila porque 13tv es una tele como tiene que ser, con las ideas claras.



 La guinda


Aguirristas contra marianistas


El viernes por la noche estrenó Antena 3 Increíbles, concurso que medirá la capacidad intelectual de los participantes. Carlos Sobera lo presenta. Enfrente, Sálvame de luxe. Dos mundos dentro del mismo planeta. Como Intereconomía y 13tv. Muy de derechas y muy conservadores, pero con matices. Intereconomía se ha quitado la careta y apalea a Rajoy para ensalzar a Esperanza Aguirre. La de los obispos, por ahora, es marianista.

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