El
sillón de Risto
(Artículo publicado el domingo, 20 de mayo, en diarios del grupo EPI PRESS)
Es el cebo, que
uno también sabe llamar la atención. El sillón de Risto Mejide suena mejor que decir que en Cuatro no sólo hay
esperpentos sino programas normalizados que tienen el sello de la calidad. Por
ejemplo, el Chester del mentado. Y ya
que me pongo en plan limpieza de prejuicios, hasta la productora del programa,
quién lo diría, es capaz de hacer algo decente que nada, o poco, tiene que ver
con su trayectoria y su magisterio como cocinera de productos tóxicos. Hablo de
La fábrica de la tele, asociada a Telecinco, o al revés, es decir, la
productora que mejor vende el pescado podrido de esa casa. Sálvame es su buque insignia, su bandera de presentación. Sí, sí,
divertidísimo y todo lo que se quiera, pero no le veo la gracia. Sí, sí, nueva
forma de narrar esa ficción vespertina que casi entra en directo en Pasapalabra, le arrebata el protagonismo
a Christian Gálvez, y si los dejan
hacen a medias la crónica de sucesos que expele cada día Pedro Piqueras dando por informativo lo que no es más que un
tabloide que vomita imágenes sensacionalistas, lo que se quiera, por mí como si
Sálvame pasa a la historia del
entretenimiento vanguardista, pero no, a mí no me vale. Pues bien, la
productora que firma ese río de lava soporífero y farsante es la misma que
firma Chester, que tiene su aquél. Verán,
el domingo último sentó en el sillón, a dos palmos de su barba, que ahora el
jurado de algunos truños memorables que sirven al dios dinero y al dios de lo
banal con ínfulas de alto espectáculo se la ha dejado crecer, a Laura Pausini, también colega de Factor X, que se desinfla como un globo
pesado, cansino, truculento y aburrido, que contó que justo cuando iba a
adoptar a un hijo se quedó preñada. Pero más morbo tuvo tener allí, hablando
del poder, a Gloria Lomana. La
leche. ¿No la sitúan? Es muy fácil. Los miembros del PP y de los gobiernos del
PP le hacían la ola cuando eran llamados a Antena 3 por la estirada dama para ser
entrevistados por su sedosa y conservadora mano. ¿Ya? Así es. Gloria Lomana fue
directora de informativos de aquella casa.
Lomana
y Grisso
De la misma
salió corriendo en 2016, decían que expulsada por la dirección después de haber
dado por buenas unas informaciones cocinadas contra Podemos, por la bajada de
audiencia de sus informativos tan tendenciosos y serviles, por dejarse
presionar por todo lo que oliera a PP, teniendo en su misma casa, como tiene, a
Josep Piqué, ex ministro con varios
gobiernos de José María Aznar, que
acudía a las entrevistas de Lomana con una alegría y tranquilidad de soldado
ninja al que le ponen pruebas de parvulario, en fin, que la mujer salió de allí
llevándose su secreto, pero no a la tumba, como se vio el otro día. ¿De
derechas? No, no soy una periodista de derechas, esturreó en los pelos blancos
de la barba a un Risto que se quedó parapléjico, ortopédico, sodomizado,
estigmatizado como una puta santificada por el populacho, sediento, galvanizado.
Pero hubo más. La “peleona por la independencia”, según propia definición, se
marchó de Atresmedia por el olor a azufre tendencioso de otros, irrespirable y
fatal, al aire envenenado que salía, y sale, de La Sexta, a las maneras tan
izquierdosas que impone Antonio García
Ferreras. Bomba, diría revolcándose por el suelo King África, un movimiento
muy sexy, sexy, y las mujeres lo bailan así, así, así. Llegados a este punto,
lo que diga Gloria Lomana la cínica, que ahora tiene sección propia como
segundona de Ana Rosa en su programa
de variedades, vale tanto como cuando el chota Mariano Rajoy acude al café matinal de Susanna Grisso y le suelta, seguro que para hundirla en la miseria
y el descrédito, que ella es la que “me hace mejores entrevistas”. Bomba, salta
a la pista de nuevo el tonel de tocino de King África. Me está haciendo un
flaco favor en este momento, dijo riendo una sorprendida Susanna, que no
esperaba afirmación tan venenosa.
Campos
y Bigote
Sería bueno
preguntarse si además del sillón Chester donde Risto va sentando a gente de
diverso pelaje, haciendo de Chester
un programa raro dentro del derrape hacia la dura y pura extravagancia de
Cuatro, hay otros que lo acompañan en el mismo camino. Y sí, me sale En el punto de mira, o Planeta Calleja, donde Jesús Calleja hace de su naturalidad,
en las antípodas de esperpentos como el programa de los gitanos, como el de los
comensales que van buscando el amor en las mesas del alcahuete Carlos Sobera, o como esas cenas con
famosos gastados, arrinconados en las cunetas de la tele actual, un programa
interesante en donde el invitado sale indemne, ni humillado ni apaleado, de su
aventura con el leonés. Y también me sale Volando
voy, de nuevo con Calleja, algo pequeñito pero de resultados sorprendentes
al visitar pueblos cuyo paisaje humano y geográfico se convierten en
protagonistas, un programa con buen rollo, mucho más si en alguna de sus
entregas de la próxima temporada que ya se está grabando se cuenta con Álex y Marc Márquez, los hermanos moteros que son unas campanillas que se
dejan llevar por la frescura de Calleja, demostrando que sí hay formatos que
son como anillos a medida. Ni Planeta
Calleja ni Volando voy serían lo
que son sin el toque Calleja. Por cierto, es urgente que un Chester esté dedicado a Maritere Campos y al artista global Bigote Arrocet. Hay que promocionar su
gira por el país. Sí, cantando. Sí, sí, no me sea descreído, no me sea
descreída, señora, los tortolitos van por ahí dando conciertos de su obra magna
Una bella historia de amor –perdón, perdón, que echo la pota-. Aunque la cosa
no pita bien. Hace unos días se presentaron en un centro comercial en Madrid
para firmar discos, y sí, sólo le faltó a Maritere ponerse en jarras y pregonar
tipo la Rebe de Los gypsy king, la del mercadillo, “señora, que me los quitan de
las manos”. Sólo dos, sólo vendieron dos discos. ¿Qué necesidad tiene esta
mujer, de salud pachucha, de hacer el ridículo con estas tonterías? La peor
enemiga de Martire, la que dilapida su legado, es la propia Campos, que no
acepta que quien fue a Sevilla perdió su silla. ¿Y si se dejara barba, como
Risto? Nunca se sabe.
La guinda
Chabolista
Pablo
La hemeroteca es
más peligrosa que la hipoteca, que la hipoteca de Pablo Iglesias y de su pareja, la señora Irene Montero. Lo escucho en El
intermedio, donde le hacen un traje a medida a los chicos de izquierdas,
terror de bancos y poderosos, que se compran una chabola por 600.000 pavos.
Claro que pueden hacer eso, y más. Pero la hemeroteca guarda perlas de fuego
contra políticos que se gastaron ese dineral en lo mismo. Ay, ay.
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