Mucho mejor
(Artículo publicado el jueves, 14 de enero, en diarios de EPI PRESS)
El martes
estrenó Antena 3 la segunda temporada de Bajo
sospecha. Mucho mejor que la primera, así de rotundo lo afirmo. De nuevo,
una repentina desaparición, una muerte, y un foco sospechoso que cae sobre el
cogote de un colectivo. En este caso en el ámbito hospitalario del policlínico
Montalbán. Al centrar las sospechas en un lugar cerrado, la trama se desarrolla
en un permanente sofoco, se hace claustrofóbica. Un montaje vivo, una cuidada
planificación, esa luz fría de los hospitales, y el juego de miradas suben una
tensión que en su primer capítulo mantuvo muy viva la atención del espectador.
Al ser una serie que cierra sus temporadas con los casos resueltos ayuda a
corregir errores de la anterior, si los hubiere. En esta segunda temporada no está
Blanca Romero. Y no, no se le echa
en falta, tan tiesa, fría, inexpresiva. Estaba ahí por la cosa de la tensión sexual.
Repiten el
protagonista, el peculiar policía Yon
González, que da pasos de gigante
como
actor, incluso con mejoras de su no siempre adecuada dicción. Ese toque
personal entre canalla, pasota, y buen corazón hace creíble las pullitas de
humor que se dan entre la policía española y la francesa, que investiga,
infiltrada en el hospital, cómo desapareció la hija del embajador francés. Bajo sospecha tiene un reparto sólido.
Por si fuera poco cuenta con una de mis debilidades, Concha Velasco –un valor seguro que la productora Bambú, Gran Hotel, Velvet, Gran reserva, ha
hecho suyo-. Y con Lluis Homar,
actores de miradas y silencios que llenan
de interés cada plano. En las producciones de Bambú la música es otra
protagonista, y Federico Jusid es su
profeta. Jorge Torregrosa firmó el
primer capítulo, con guión de Ramón
Campos y su equipo. ¿Quién da más?
Friso con imágenes de los más destacados protagonistas de la segunda temporada de Bajo sospecha, que emite los martes Antena 3. |
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