El negro del
Whatsapp
(Artícuo publicado el domingo, 10 de enero, en diarios de EPI PRESS)
El negro es el
negro que ha estado presente desde que empezó la navidad hasta hoy, y lo que
las redes quieran aguantarlo. El negro irrumpió en mensajitos medio ingenuos
para echar unas risas con lo del chico. Y lo del chico, es decir, lo del negro,
como me imagino que suponen, o incluso hayan visto porque les llegó al móvil,
es un avemaría purísima, un mantra, una oración nocturna, un dios mío, eso qué
es, un sálvame de la tentación, un pollón de medio metro, vamos. Escribo esto,
así, con todas las letras, y ya me estoy arrepintiendo porque luego hay
lectoras que me reprochan echar mano del grosor de estas palabras tan gordas.
No hace falta escribir con palabrotas, me dicen, para expresar lo que uno
quiera decir. Y llevan razón. Pero por todos los santos y sus primos, ¿cómo
llamar a lo del negro? ¿Pilila, pingajo, pito, flauta, pene, gusanito?
Imposible. Esa cosa sólo puede ser lo que es, un pollón del quince. Lo sé, lo
sé. Sé que hasta la ordinaria Sofía,
ganadora de Gran Hermano 16, es más fina que yo. Ella, cuando
habla de lo que tiene un tal Suso,
también de la misma marranera, habla como una señorita de colegio caro. El
instrumento del amor de Suso es una malformación, dice la chica, que al parecer
probó la tranca, no creo que ninguna chica quiera eso, los tamaños
abismales son deformaciones, yo que él
me operaría. Instrumento de amor, malformación, abismal. No me
negarán que la señorita maneja un lenguaje poético para hablar del rabo de
Suso. Lo del negro, real o no, es un sindiós que ha saltado a los informativos
después de saltar como meme en el discurso del rey, una foto más entre las
fotos reales, como uno más de la familia, y en otras escenas tan hilarantes
como ingeniosas. El instrumento del amor del chico negro, tocado con un
sombrero de cuadros, camiseta ceñida de color verde, y toalla al cuello, se ha
convertido estas navidades en la imagen cachonda del año dando lugar a una
pregunta, la pregunta. ¿Quién es el negro del Whatsapp?
Como éste, decenas de memes con la flauta del mentado. Fue la sensación de las navidades en las redes sociales. |
La Barbie saudita
Y también ha
dado lugar a una confirmación, dejamos 2015 mirándonos de reojo a ver quién la
tiene más larga y recibimos 2016 con la misma cantinela. ¿Quién enseña más,
Antena 3 o Telecinco? ¿Quién es más reina, Cristina
Pedroche, o Pelayo? A la Cristi
sólo le queda, para ser transgresora y tal y tal, aparecer vestida como una Igartiburu, el año que viene. Este año ha
enseñado muslo, ojete tapado con macramé caro, y chichi oculto detrás de los
diminutos cristales con los que las costureras la han dejado casi en pelota
picada. Es lo que tiene ser mujer objeto. No lo digo ni con la envidia de Pelayo
–el chico que es más chica que las chicas de Cámbiame- ni con la moralina de quien quiere a la mujer tapada como
una Barbie saudita, pobres, que el rey Salmán
bin Abdulaziz, “hermano” del rey Juan
Carlos, no se anda con tonterías y a la primera de cambio te saca la
sharia, afila la espada, y te corta el pescuezo. Lo digo porque la mujer objeto
es muy sacrificada. Mientras su colega Carlos
Sobera daba las campanadas vestido con traje de arriba abajo, sin aberturas
ni transparencias, abrigado contra el frío de Madrid, la joven se sacrificaba
exponiendo su solomillo de primera. La basca de Telecinco es otra cosa,
enseñaron carne de víscera, casquería, martingala de Mediaset, mal gusto,
cuatro marranillos echados al balcón recién sacados del burdel con
transparencias rojas compradas en los disfraces del chino del barrio. En este
ambiente de decadencia supina irrumpe como una bala Mariano Rajoy en la pista de baile descocado, sexy, dándolo todo
como un maquinero, retorciéndose como un artista callejero, dios, entregado a
la vanguardia, en manos del más moderno entre los modernos, Raphael, por eso fue su gran noche. Y
sin echar mano de transparencia alguna. Puro deseo.
Está la ordinariez, y luego están ellos. |
Jamás, jamás
Luego está el
papa, aliado de Manuela Carmena,
contra Esperanza Aguirre, que se ha
quedado como Cristina Pedroche, en cueros y más católica que el mismo sumo. La
alcaldesa de los demonios no hace más que inventar travesuras para cargarse los
pilares de la fe del PP, y como es más mala que una tormenta de arena, se
inventó lo de vestir a mujeres como “reinas magas”, fíjate tú, un sindiós,
clamó Espe, partidaria de la paridad, dijo, “no de las paridas”. Gran frase
Espe, pero llega Francisco y le dice
a una chiquilla que se vista de reina maga para llevar las ofrendas del oro, el
incienso y la mira. ¿Qué me dices, Aguirre, quién tiene la fe más grande, quién
roba mejor las esencias católicas, las tradiciones, la alcaldesa perroflauta o
el papa de Roma? Pero Carmena es el bicho que le picó al tren y no duerme
pensando en cómo hacer daño, no contenta con la parida de la paridad va y viste
a los Reyes Magos con unos trajes tan estrafalarios que hasta la hija de 6 años
de Cayetana Álvarez de Toledo, una
jefa de FAES, chiringuito de ideas del rey de la tableta José María Aznar, advirtió la evidencia y le dijo a su pija madre,
“mamá, el traje de Gaspar no es de verdad”, y la pija, como madre que es, le
escribió un tuit a la diabla antisistema, “no te lo perdonaré jamás, Manuela
Carmena. Jamás”. Está claro que los Reyes Magos como Gallardón tiznados de betún con mucho más creíbles. Toda esta
historia ha saltado estos días a las redes sociales, y ha colmado informativos
y tertulias, y ha sido tendencia en los comentarios, y ha alimentado los dos
famosos bandos de España. La nuestra es mejor que la vuestra, la nuestra es más
grande, nosotros meamos más lejos, somos los negros del Whatsapp. O de Carmena,
o contra ella. Por eso, cuando el día 5 Daniel y Jesús Oviedo, Los Gemeliers, acudieron a Pasapalabra, nivel menos de ESO, y escribieron “arina” y “holla”, sólo
una es culpable. Y hay que decirlo. Estos guapitos garrulos tienen menos
cultura que un melón de agua. No te lo perdonaré jamás, Manuela Carmena. Jamás.
Y otra cosa. Carmena la tiene tan grande, y lo está haciendo tan bien, que “los
otros” sólo hablan de cabalgatas. Y eso no te lo perdonarán jamás, Manuela
Carmena. Jamás.
Cómo y cuánto de bien lo estará haciendo Manuela Carmena en el ayuntamiento de Madrid que se volvieron locos con la tontería de las cabalgatas. Y eso no te lo perdonarán jamás, Manuela Carmena, jamás. |
La guinda
El matadero
En mi pueblo hay
un matadero de cerdos del que salen productos de primera. Carne, morcillas,
chorizos, adobos, salchichón, y otros productos de animal tan generoso. La
factoría apenas descansa, como es normal. Una camada de cerdos sacrificados hoy
es reemplazada por la de mañana. Por cierto, Telecinco cerró unas horas la casa
de GH 16, pero el jueves, para que no
pare la rueda, la volvió a abrir para Gran
Hermano VIP.
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