El xef
(Artículo publicado el martes, 12 de enero, en diarios de EPI PRESS)
En las
promociones que Cuatro venía haciendo para anunciar el estreno de su nuevo
programa sacaba a un tipo con el torso al aire, así, como musculoso pero sin
pasarse, y tatuado, así, muy tatuado pero sin ser un macarra integral sino sólo
parecer un macarra que acude al gimnasio un rato, el mismo tipo que mira a
cámara como enfadado, como retando, como el chulito del barrio que, seguro, no
es tan fiero como lo pinta… la tele. El programa está dedicado a un joven tan
heterodoxo y tan, tan transgresor que se llama David pero como es tan, tan genio
hace escribir su nombre así, Dabid Muñoz,
con b, ¿qué me dicen? ¿Acaba aquí la transgresión, la heterodoxia, su radical
punto de vista sobre la vida y el negocio? Ni mucho menos. El programa se llama
El xef. Ya, también tengo los ojos
así, ójipláticos –no está en la RAE, pero es que soy muy transgresor-.
Como Cuatro,
transgresora que te cagas. Ahí está Adán
y Eva –los del nardo al aire-, Un
príncipe para.., ¿Quién quiere
casarse con mi hijo? o Cuarto mileno.
¿De qué va El xef? ¿Saben de qué iba Alaska y Mario? Pues lo mismo, pero en serio. Es decir, va del día
a día del reconocido cocinero en los fogones de, atención, más transgresión, DiverXo, su restaurante. Jo, la pera. Es que es el niño terrible de la
cocina española, y no, eso no se puede remediar, a ver si lo entienden. Fíjense
si es malote y canalla y tiene un espíritu libre, como echarle o no chorizo a
las lentejas, que en fin de año, por apoyar a su esposa Cristina Pedroche, la que apenas se tapó el alfajor con
cristalitos, lo dio todo y casi enseña su flauta poniéndose las transparencias
que se puso Cristi en las campanadas de 2014. Dicho esto, vean El xef. Es un buen programa que habla de
esfuerzo y sueños.
Soy tan radical, tan malote, tan genio, que no puedo dejar de hacer estas cosas, es que tengo un bulle bulle que me tengo que pintarrajear falsos tatuajes para demostrar que soy un canalla, un niño terrible y eso, ya sabéis... |
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