domingo, 4 de febrero de 2018

Maldeojos. Dani y Flo



Dani y Flo
(Artículo publicado el sábado, 3 de febrero, en diarios del grupo EPI PRESS)

     Casi me dan pena. Me dan penita. Son como la resistencia. Y eso, aunque esté en tu otra luna, siempre da cosa. Mira que han aguantado, mira que la cadena ha tenido paciencia, mira que desde el primer minuto del primer Dani&Flo lo escribí aquí, mira que incluso un observador del montón como el que firma esto lo dijo, que ese programa no tendría recorrido, que ni era Zapeando ni era El intermedio, que los chistes chorras y las bromas de colegial que va de gamberro no hacían ni puta gracia, que la pareja formada por Dani Martínez y Florentino Fernández será la bomba en la intimidad, que se entenderán muy bien, pero de puertas afuera, de ventanas abiertas, y la tele es un ventanal enorme, la cosa no va, que no hacen gracia, a ver si se enteran de una vez por todas en Cuatro. Al asunto le he dedicado aquí más de una pieza, por si alguien atendía para no prolongar la agonía, que he vivido como patética.
     Un año justo, clavado, ha durado ese estertor, esa pamema. Por fin, Cuatro, convertida poco a poco en una especie de estercolero que acepta todo tipo de mamarrachadas, ha reaccionado y ha suprimido Dani&Flo. Fíjense lo que les digo. Creo que en el fondo hasta los propios “tontacos” han agradecido la decisión. Pero si a estas alturas no los veía ya ni el cuñado de Paolo Vasile. Qué pena, coño. Este viernes ha sido el último programa, lo cual no quiere decir que la cadena y los humoristas –me cuesta llamar humor a esas chiquilladas ridículas con las que ellos se ríen más que la audiencia- no intenten otro regreso con la misma fórmula, como han hecho desde que ambos se tiraron al barro con Tonterías las justas. Descansad, que dais mucha penita, de verdad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario