Más
vale comer… sin pasarse
(Artículo publicado el domingo, 31 de diciembre, en diarios del grupo EPI PRESS)
Los de Más vale tarde tienen cada semana una
sección sobre cómo comer bien mirando de frente al exceso, a las terribles
calorías que se alojan en el riñón y no hay forma de eliminarlas. Con la tele
igual. Hay que verla con moderación, aunque en estas fechas se nos va la olla,
y a muchos chiquillos se les aparca ante Clan TV, Disney Channel, Baby TV u,
ojalá no sea su caso, Telecinco, que el Niño Dios le perdone. Se nos va la olla
con la comida y con la tele. El nutricionista de Más vale tarde, Alberto
Zamora, preparado, joven pero estricto como una gobernanta que baja la
palmeta para darte en los dedos apiñados si te pasas, te recuerda que un simple
mazapán tiene más energía calórica que un codillo, y es más intenso y apretado que
una entradilla de Gloria Serra en Equipo de investigación, y mira que la
paya le echa tanto drama a sus sermoncillos que bien podría darle un empujón al
jefe Antonio García Ferreras, el Anapurna
del drama periodístico, y ocupar su mesa. ¿Más vale comer sin pasarse? Ja.
Hablando de Ferreras esto no vale. En sentido figurado y en sentido literal.
¿Más vale salir en la tele sin pasarse? A mí con esas, dice don Antonio, que es
un cachondo aunque lleve su mono de trabajo, o sea, chaqueta y camisetas negras,
y ponga caras circunspectas y tal y tal. Hace unos días, cuando Ana Pastor, su esposa, pasaba el día
yendo de programa en programa de La Sexta vendiendo 17D-El Debat, y entró en directo en Zapeando, coño, no puede ser, por detrás se coló su marido haciendo
bromas con Quique Peinado, que puso
cara de no puede ser, esto no nos está pasando, pero sí, era ÉL. Hasta Ana,
tapándose la cara y bajando la cabeza dijo “esto es un escrache”. Oye, y
echaron unas risas la mar de distendidas, como en las buenas familias, a costa
del ¿no quieres verme en la tele?, pues
toma cinco tazas. La tele para Ferreras es como el morcón para Terelu Campos.
Sexo
tántrico
Por decreto, ya
no hay crisis. Eso lo sabe muy bien, di-vi-na-men-te, diría la divina Carmina Ordóñez, hasta el ujier que le
abre la puerta a nuestro líder, el gran braceador, un Mariano Rajoy que nos deja imágenes entre aterradoras, loquísimas,
descojonantes y de paródica marcialidad cada vez que sale del palacio y visita
lugares en donde da sus caminatas ante las cámaras que lo siguen cuando ni
siquiera han puesto las calles. Ya no hay crisis, y por eso nos han concedido
llegar a los 735 euracos para el salario mínimo, coño, tiremos la casa por la
ventana, invitemos a Fátima Báñez,
la señora de Empleo, a una ronda de velas con las que iluminar a sus vírgenes,
que tanto hacen por el bien de los trabajadores, pongámosle un belén con
bombillas caras. Pues bien, como ya no hay crisis –si el año pasado eran unos
400 euros lo que se gastaba un español en navidad, este año serán unos 600, los
más gastosos de Europa, y la comida es la que se lleva un riñón-, ¿quién no puede
comprar un jamón de bellota para combinar con el marisco más selecto? Pues todo
el mundo. Y para no despistarnos y echar por alto los sabores del buen jamón a Más vale tarde llevan al cortador Ramón González, que asegura que lo
ideal para conservar bien lo sobrante sería meterlo en nuestra bodega, a unos
15 grados. ¿En nuestra bodega? Que levante la mano quien no tenga una bodega. Por
lo pronto, un tal Sigi, humilde, sólo
tiene la patata bien puesta para encandilar a las aspirantes a liarse con él. Patata
ecológica, eso sí, patata sin venenos, patata amorosa que hay que arrancar con
mimo antes de llevarla a la mesa. Hablo de Granjero
busca esposa, en caída libre por mucho que Carlos Lozano y Cuatro se inventen tramas y giros de guión. A sus
25 años, Sigi ha aprendido que “el tantra es como el sexo pero sin meterla”. O
sea, querido granjero, más vale follar… sin pasarse. Lolita no llega a ni a eso, así que sin cortarse un pelo cuando el
tiazo David Amor termina su
actuación en Tu cara me suena le dice
por lo bajini que tiene un culo estupendo, pero que cantando “siempre te quedas
a medias”.
El
PP y el 2018
El jueves 28
regresó Ella es tu padre –Sergio se
hace pasar por mujer cuando el juez decide apartarlo de sus hijos al separarse
de su esposa- con Carlos Santos, que
vuelve como Avelina, una señora Doubtfire criada con paparajotes murcianos. Se
fue por baja audiencia, y volvió el día de los Inocentes igual. Ante su
regreso, servidor, que no ha variado un milímetro en relación a sus aversiones,
lo tiene claro. Más vale no ver la serie que ver a Mario Vaquerizo haciendo de Mario Vaquerizo, qué disparate. Y ya
que hablo de cagadas también ha regresado Las
Campos. El miércoles, para caldear el ambiente, escupieron Tengo una pregunta para las Campos, un
mojón como la copa de un pino, un alarde de mal gusto y lujo cutre, un trío de
damas que riega con ahínco y sin el más mínimo pudor una decadencia luminosa
liderada por la capitana Maritere.
El productor ejecutivo de la mamarrachada, Óscar
Cornejo, advierte de que en el futuro, después de ver esta temporada –las
señoras visitan Nueva York, Dubái o Tokio- las niñas no querrán ser princesas
sino, oh, maldición, las Campos. Vamos, el apocalipsis. A mí me dice mi hija
que quiere ser una Campos y le estoy pasando vídeos de Raphael en casa de Bertín hasta
el día del juicio final. Apártate de la luz, hijita, quítate de ahí y no caigas
en la red de ese veneno. Ni en el de Little
big show, otra de niños prodigio con Carlos
Sobera, que al regentar con éxito el restaurante de First dates se puede ausentar por unas horas para presentar esta
nueva barraca donde de nuevo los niños son los monstruos del espectáculo, la
mujer barbuda para entretener al pueblo. Moraleja. Más vale no ver televisión
que ver esta televisión. Incluso prefiero ver a Alberto Chicote enseñando en las campanadas su jamón, su morcón, y
su tocino, y hasta su pepinillo, que a Carmen
Borrego Campos y a Terelu como estrellas
de saldo por mucha risa que a algunos les provoquen las payasadas de estas
maris cutres. Que la capa de Ramonchu
nos proteja, y el 2018 que ya llega trastorne a los del PP y nos devuelvan la
tele pública como la encontraron, plural, independiente y con crédito. La tele
de todos tiene que ser jamón de bellota para comerlo sin control, pasándose. Viva
el vino.
La guinda
Otra
etcétera
He dejado unos
días para ver si la fama le llegaba como una ola y la sacaba de su olvido anunciado.
Hace unos segundos acabó la quinta temporada de La voz. ¿Se han removido los cimientos del mundo, el mundo de la
música se ha puesto a tocar la pandereta con el anuncio de la nueva estrella?
Dice la chica, porque es chica, que su estilo musical es muy americano. ¿Les
suena Alba Gil? Pues eso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario