La
incubadora
(Artículo publicado el sábado, 7 de diciembre, en diarios de EPI)
Que me corten el cerebro a cachitos, pero si escribo incubadora la
gran mayoría de lectores pensará en ese pesebrillo sofisticado en el que meten
a los bebés prematuros para sacarlos adelante –hay un vídeo de los que se
llaman virales en el que un ratoncillo de apenas unos meses va creciendo hasta
convertirse en un bebé vital y rollizo que hace las delicias de mamá-, pero no
en un programa de televisión. Pues está equivocado. La incubadora es el nombre de un programa de televisión, y les
aseguro que no va de bebés sietemesinos ni de mamás destrozadas. Se emite en
Cuatro los lunes, pero cuando el reló dice que ya mismo es martes, y lo
presenta Raquel Sánchez Silva –Expedición imposible.-. Resumo. Es un
programa de emprendedores. Eso de tener una idea de negocio pero no el dinero
para llevarlo a cabo. En La 1 se llama Tu
oportunidad.
Casi todas las cadenas, con distintos collares, han tenido el
mismo perro. El de Cuatro apenas tiene novedades. Salvo grabar en exteriores,-plaza
de Callao, donde el de la idea quiere instalar una tirolina entre edificios,
playa de Valencia, donde tiene a una amiga aliada, oficinas municipales de
Madrid, donde habla con técnicos, casa del padre, que le rebaja los humos, y
por supuesto en la sede de una empresa de tirolinas-. Es decir, el perro
conocido con distinto collar. El collar lleva la marca con que Cuatro sella sus
programas. Montaje picado, infografías llamativas, banda sonora que no cesa. No
llega al clímax de divertidas tontunas como ¿Quién
quiere casarse con mi hijo/madre? pero por ahí. ¿La audiencia? Escasísima.
Los bebés incubados no se harán adultos.
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