Un
mundo feliz
Son trabajadores
ejemplares. Ellos son… el alma de las empresas. Son profesionales con los que
cualquier empresa del mundo desearía contar. Estaremos con ellos una jornada
completa en la que llevarán un pulsómetro para saber qué hace que su corazón se
acelere, les veremos desempeñar su labor, tomar decisiones, sabremos por qué
son ejemplares, y cómo definen a su empresa. Los escuchamos. Ágil, muy
profesional, dice un señor –de su empresa-. Ágil, joven, y familiar, dice una
señora –de su empresa-. Un buen lugar para trabajar y aprender –dice por último
otro señor sobre la misma empresa-. Todos trabajan en una Agencia de Medios que
gestiona millones en publicidad. El año pasado facturó 150 millones, y prevé
seguir creciendo apoyada, dice la narradora, en un concepto independiente, y
cien por cien española.
Son Jaime,
Mónica y Eduardo. Además de lo anterior, responden a un test, el típico test.
Tu actor, tu héroe, tu personaje histórico, tu cantante, tu deportista
favorito. Luego se ven en la intimidad de sus hogares. Jaime López desayuna muy temprano, pero con la familia, y ante una
mesa donde no falta de nada, bollería, mantequilla, pan, zumo natural. Mónica Mayoral tampoco se puede quejar.
Eduardo Basail desayuna en el salón, frente a la tele encendida. Jaime es
el director general de la empresa. Mónica es directora financiera. Eduardo es
jefe de departamento. Vamos, la crema. La 1 los llama El alma de las empresas. Anoche se emitió la última entrega. Hemos
visto a empresas de lavadoras, refrescos, lavavajillas, conservas. Al Gobierno
le tiene que encantar. Es el mundo feliz. Nadie protesta. Todos encantados.
Esto funciona. La luz es verdadera.
Altos directivos de la empresa, Jaime, Mónica y Eduardo, en un momento del programa. |
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