Los
obreros
Emitido el 18 de
junio de 1991 en La última nave, de Onda Regional de Murcia
Trabajaban
en la imprenta ocho personas. Cinco chicos, y tres chicas. En el piso de
arriba, desde un despacho acristalado, el jefe lo controlaba todo. Allí recibía
a las visitas y allí echaba broncas a sus empleados. Por nada. Porque sí.
Porque el jefe.
Era
el jefe un hombre muy grueso de barriga prominente que fumaba puros como un
gánster de película. La sordidez reinaba en aquel tugurio en el que no entraba
la luz del día. Este cuadro gris y tristón se completaba con la mala leche de
aquel hombre.
Nunca
sabían cómo tratarlo. Si los chicos lo trataban con amabilidad, el tío decía
que le hacían la pelota. Si lo ignoraban, pensaba que no le tenían respeto. La
situación se hizo insostenible. Y decidieron poner fin a aquel absurdo.
Al
día siguiente, a las 8´30 de la mañana, en vez de ponerse cada cual en su
puesto, subieron al despacho de cristales. El jefe receló y preguntó qué
pasaba, y les dijo que se podían ir a la calle si lo que pretendían era que les
subiera el sueldo.
Los
obreros se miraron. El jefe se puso nervioso y fue a levantarse. Una mano, la del
chico más fuerte, se lo impidió sujetándole por el hombro. El jefe palideció
como todos los fanfarrones de pacotilla.
Una
chica, con una libreta en la mano, se la puso ante la mesa y dijo sin titubear:
-Coja
un lápiz y escriba cien veces “me portaré como un hombre educado con mis
empleados”.
Y
el tipo lo escribió sin rechistar.
Manuscrito de Los obreros, historia breve emitida la noche del 18 de junio de 1991 en La última nave, de Onda Regional de Murcia |
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