Eurorrisión
sí que puede
(Artículo publicado el domingo, 26 de febrero, en diarios de EPI PRESS)
Lo que no
consigue la manipulación, lo consigue Eurovisión. Ni el PSOE de la gestora más
molona a este lado de la derecha, ni el Ciudadanos más de donde sople el viento
de ese lado de la oportunidad, ni el Podemos más ladrador de ese perro de la
unidad y de la humildad mientras sea yo el que mande y para rubricarlo pongo
caras muy severas, han dicho esa televisión del PP es un insulto y debemos
unirnos para terminar con la historia de una tele pública al servicio ciego de
un Gobierno encantado de tener un artefacto tan molón. Nada. Al Consejo de
Informativos le duele la lengua de gritar el sesgo y la falta de rigor y
credibilidad que impera en TVE, y que un espectador no muy avezado huele hasta
con máscara, pero como el apóstol que predicaba en el desierto, la oposición
mira a otro lado como si ese atropello no fuera suyo. De ahí a la complicidad, un
suspiro. Y ya van unos pocos. Lo descacharrante de lo que viene a continuación
es lo que viene a continuación, que diría el alcalde de Bienvenido Míster Marshall, cualquiera de los hermanos Marx, o el
mismísimo Mariano Rajoy, talento
innato para frases marcianas de verborrea hueca, como la de los jurados que
proliferan en los chiringuitos que cada cadena tiene a bien montarnos para
castigar a una audiencia entontecida y alelada y a un arte machacado en vano,
como los que nombran a un dios en ídem. Yo os maldigo y os recuerdo que un
gatito muere cada vez que Eva Hache
abre la boca sabiendo que está en plano para dar a entender que el etcétera que
se comerá el olvido la está asombrando, o cada vez que Risto Mejide se pone intenso para justificar su sueldo, o cada vez
que Javier Cárdenas, con su media
lengua, decía muy serio no sé qué del concursante que aspiraba a ir a Kiev para
la cita eurovisiva. Y aquí viene lo gordo, lo bueno, lo que nos llena de pasmo
y perplejidad como a un monarca zumbado de la vieja escuela le llena de orgullo
y satisfacción.
Falla bananera
Ha tenido que
ser el lío que se ha formado con la elección de un tal Manel Navarro para ir al festival de Eurovisión 2017 el que ha
destapado una caja que atruena y apesta. Aquella noche, tal como aquí comenté
hace unos días, hubo lío, ruido, furia, hooligans de unos y de otros,
presiones, malos modos, se dice que golpes, amenazas, intereses y amistades
entre un jurado, Xavi Martínez, y el
ganador, cláusula que según las bases de RTVE hace incompatible a ese miembro con
la función que de él se espera, corte de mangas con chulería del elegido a
quienes gritaban tongo, tongo, tongo, y todo ello en el marco de una gala
bochornosa. Qué pena que Virginia Díaz,
la presentadora de 180 grados en RNE
y de Cachitos en La 2 formara parte
del sahumerio. De hecho ha dicho que se le han quitado las ganas de volver a participar
en el jurado. Más. La hija de Toñi
Prieto, directora de entretenimiento de TVE, y por tanto una de las
responsables de Eurovisión, está vinculada al equipo de Manel Navarro ya que
trabaja para Sony Music, la discográfica del cantante catalán. Vamos, un desatino
de sur a norte y de este a oeste, y que la cara desencajada y la sonrisa como
untada de gas nervioso del presentador que perpetró Objetivo Eurovisión, Jaime
Cantizano, reveló en cada plano que le pinchaba el realizador. Dicho lo
anterior, centrémonos en lo importante. Todos los partidos, todos los partidos,
que se dice pronto, han pedido explicaciones para que la dirección de TVE
explique qué ha pasado con la elección del representante español, porque el
asunto es, cómo decirlo, de vital importancia. ¿En serio? ¿Es de vital
importancia que todos los grupos políticos se unan para averiguar si hubo
tongo, si no lo hubo, si el representante español es el mejor, o si TVE ha
perdido credibilidad con esta falla bananera?
¿Protestar?
Me parece un
disparate de los gordos, de los sonados, de los que pasarán a la historia de la
política como panocha podrida, como fiesta de amigotes, como perversión de la
cosa pública con dinero de todos. Me recuerda a ese clamor que echa a la calle
a miles, miles de ciudadanos que protestan porque la Seguridad Social o
Hacienda o quien quiera que sea denuncia que algunos clubes de fútbol nos deben
pasta a todos al no pagar lo que sí paga cada menda como usted y yo. Nunca
entendí esas protestas callejeras apoyando al estafador, al que se burla de la
gente, en vez de apoyar la investigación para pillarlos y, denunciados –clubes,
instituciones, particulares, empresas- que paguen hasta el último euro. Pues
con esto de Eurovisión, “Eurorrisión”, se dijo en Más vales tarde, igual. Los partidos, todos, se unen pidiendo
explicaciones a TVE por el fiasco en la elección de un cantante, pero callan
ante la descarada degradación de la tele pública. Javier Maroto, vicesecretario nacional del PP, declarado fan del
festival, nombró cada mesa de su boda con Josema
Rodríguez, boda gay a la que asistió Rajoy, con artistas que habían pasado
por el festival. Raudo, en el colmo de la extravagancia y el delirio, ha movido
ficha para interesarse por el tema. No de la manipulación e independencia de
RTVE sino por el sistema de votación y las circunstancias de la elección de
Manel Navarro. El diputado del PSOE José
Manuel Camacho pregunta en el Congreso por el “tongo” del que usted habla,
diría Mariano el fuerte. Y así todos los demás. Mientras, luchador, solo, el
Consejo de Informativos lleva a esa plaza 2.225 firmas para protestar contra el
descaro manipulador de la actual dirección de TVE y por tanto contra la falta
de libertad con la que trabajan los periodistas que no tienen la lengua larga y
sedosa, como los elegidos para masajear el culo del Gobierno y el PP. Así que
es lógico pensar, como cada vez más se piensa, que hay connivencia y
complicidad con la dirección de TVE, y que los partidos apoyan su rumbo y su
línea. Es un asunto menor. Eso sí, que nadie toque el festival de Eurovisión.
Los partidos se unen para pedir transparencia y rigor, coño, que nos jugamos
mucho. Los directivos de TVE, retorcidos, se descojonan de la risa.
La guinda
Aquí la tierra
Hasta en fin de semana. Aquí la tierra no sólo se ha asentado de
lunes a viernes en La 1, con audiencias
fenomenales, sino que ahora amplía su emisión al domingo. Excelente idea. Aquí
la tierra es un programa que ha sabido hacer de la información del clima, del
planeta, la naturaleza, la gastronomía, o las profesiones olvidadas un espacio
atractivo. A Jacob Petrus lo
sustituirá en domingo el risueño Quico
Taronjí. Larga vida.
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