La Merche
(Artículo publicado el jueves, 9 de marzo, en diarios de EPI PRESS)
Parecía que no,
que con su programa sobre lectores, libros, recomendaciones, amor a las letras
y promoción de la hoy rara costumbre de leer –ConvénZeme, Be Mad- La Merche había dejado a La Merche de GH y
volvía a ser la Mercedes Milá de
antes de su paso por el basurero como reina de la mugre. Pero no. La cabra tira
sin remedio a ese monte, tocada sin remisión, afectada a lo bestia, y en cuanto
alguien la acorrala con datos y ciencia, con razones y no con fullerías y salidas
de tono, ella, acostumbrada a trabajar con chatarra que dirime sus cuitas de
esa forma, se vuelve la primera ordinaria así tenga delante a… así tenga
delante a un bioquímico como José Miguel
Mulet, de la universidad de Valencia.
Resulta que
ambos pasaron el domingo por el Chester
in love de Risto Mejide en
Cuatro. El doctor en bioquímica dijo que “las enzimas prodigiosas” no existen
–La Merche defiende el libro La enzima prodigiosa como las tablas de la ley
alimenticia-. Y razonó su exposición con argumentos pormenorizados, por
supuesto desde la ciencia. Desde el principio –yo soy Mercedes, ¿y tú?,
preguntó con sonrisita despectiva, interrumpiendo al invitado-, La Merche se mostró
altiva para dejar claro que ella tiene su verdad, como Trump o Hazte Oír la suya, supongo, y que la ciencia puede decir
misa. Ante los argumentos de peso, la señora atacó como las chonis de Gran Hermano. “Tienes que adelgazar,
porque estás gordo”. Mulet la volvió a callar. “¿Qué pensarías si menosprecio
tu palabra por ser mujer, o negra?”. La mala educación no es espectáculo, es
mala educación. Y las enzimas prodigiosas no existen, palurda.
No hay comentarios:
Publicar un comentario