La decadencia
(Artículo publicado el sábado, 31 de octubre, en periódicos de EPI PRESS)
Ya está. La
audiencia no está por la labor. La audiencia no es tan cretina como alguna
cabeza cree. Hablo de Un tiempo nuevo,
programa que aunque usted no lo sepa sigue empeñado en mantenerse en la noche
del sábado en Cuatro. Como saben, Un
tiempo nuevo empezó en Telecinco tratando de quitarle la audiencia a La sexta noche, y lo hizo con similares
contenidos, con la actualidad y el debate político como único plato. Fue tanto
el parecido, que la audiencia se quedó con el original y rechazó la copia, y
eso que Telecinco se llevó, con cheques, a la directora de La sexta noche, Sandra
Fernández. Fracaso rotundo. Trató de paliarlo echando mano del periodismo
más truculento, ese de los fuegos fatuos, ese que roza la zona oscura del
suceso y el amarillismo. Más fracaso. El programa acabó en Cuatro.
Parecía una
buena idea ya que el perfil de espectadores que Telecinco ha ido fabricando
nada tenía que ver con los contenidos de Un
tiempo nuevo, pegado a la realidad y no al teatrillo basura de los
programas de la cadena. Su presentadora en Cuatro, de lo mejor de la copia, Silvia Intxaurrondo, lo hace muy bien,
pero ya ha claudicado. Viendo que en la audiencia de Cuatro tampoco encajan los
contenidos del programa, una audiencia de perfil friki, Silvia Intxaurrondo ha
puesto su talento al servicio de una revista cada vez más alejada de sus
orígenes y más cerca del concepto de periodismo que tiene el gurú de la
información espectáculo, del rey de la mascarada informativa, el señor don Pedro Piqueras, que hace de los
informativos un coladero que abochorna y duele. Un tiempo nuevo ha entrado en schok. Su decadencia apesta a chisme,
sangre y semen.
Claudicó. Silvia Intxaurrondo ha puesto su talento al servicio del periodismo basura que maneja Pedro Piqueras en Mediaset. |
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