Mongolia
(Artículo publicado el jueves, 7 de diciembre, en diarios de EPI PRESS)
La única manera
de que el PP busque justicia en la Gürtel es que saque una revista satírica.
Nombran persona `non grata´ a Serrat
en las costas independentistas del Mediterráneo. Estamos hartos de que a La
Manada se les trate de imbéciles cuando son sicópatas. Daesh contrata a Santiago Calatrava para destruir
edificios. Hay menos posibilidades de que estalle La Sexta por un atentado de
policías de ultraderecha que por un experimento de Pablo Motos. Estamos hartos de los que votasteis a Rajoy, de habernos acostumbrado a ganar
1.000 pavos y de la papada de Zoido.
Los directivos de TV3 tendrán que hacer un curso de manipulación informativa en
TVE. Ante los 42 años de la muerte de Franco,
para hacer un golpe de Estado no necesitas dos cojones, con uno sobra.
Los titulares,
disparatados la mayoría, hilarantes, están sacados de la realidad, aunque como
se puede intuir, deformada de la mano del sarcasmo, la ironía, y la lectura
hecha con el ojo del talento y el humor. Los de la revista Mongolia llegan algunos
días de la semana con su Informe Mongolia a Al
rojo vivo para dibujar una sonrisa en mitad de unas mañanas que, sin
necesidad del teatral dramatismo que a veces impone Antonio García Ferreras, ya vienen cargadas de fábrica. Edu Galán y Darío Adanti se plantan ante una mesa-taburete con sus papeles, sus
noticias falsas, y consiguen lo que consigue el humor, poner el dedo en una
yaga que supura una verdad a borbotones, como esta. Que dice el obispo Cañizares que no se puede ser
independentista y católico, pederasta quizá sí, pero independista no. Pues
hala, quien se pica, ajos come.
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