El trol
(Artículo publicado el jueves, 6 de abril, en diarios de EPI PRESS)
Otra vez una
palabra ajena a nuestro idioma habla de algo que el nuestro ya señala con
precisión. La batalla la tengo perdida, pero mantendré la guerra activa. Así
que seguiré disparando. Al grano. El grano lo trae los martes La Sexta, Pedro García Aguado, y Cazadores de Trolls. El programa indaga
en el acoso cibernético, en su efecto, en la impunidad de quien se escuda en un
perfil falso para hacerle la vida imposible a la persona acosada, humillada y
perseguida desde internet. Estos acosadores, troyanos que se apropian de tus
datos electrónicos y tienen acceso a fotos, correos, y todo tipo de intimidades
en la red, te suplantan y te hacen vivir un calvario colosal. A partir de ahí
tu otro tú puede ofrecerte como reclamo sexual, como una zorra, el caso de Vanesa esta semana, que desea que “me
folle un grupo de árabes con fuerza y por todos los lados”.
Luego, el
experto informático, Enrique Serrano, rastrea
pistas, teléfonos, redes sociales, correos, y al final, con trampas más o menos
ingeniosas, localizan al canalla y tratan de enfrentarlo a su víctima. Las
reacciones varían, pero casi siempre el delincuente niega los hechos. Este es
el esquema del programa. Pero me quedo con el presentador, con Pedro García
Aguado, el ex Hermano Mayor. Se ha
convertido en un experto ante las cámaras. Pone caras cuando la víctima cuenta
desgarrada su situación invivible, la anima a que no se calle, a que lo suelte
todo, y cuando la víctima se derrumba, zas, ahí entra él pidiéndole que sea fuerte.
Coño, Pedro, si lo has provocando tú. El presentador aprendió las claves
teatrales del drama y hacer de él un producto de entretenimiento con final
feliz. Cazadores de Troll cambia de
protagonistas, pero es siempre lo mismo. Por cierto, el mejor amigo de Vanesa era el que la acosaba. Tenga usté amnigos.
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