Vivos
y muertos
(Artículo publicado el domingo, 5 de noviembre, en diarios de EPI PRESS)
Empezó el mes
recordando a quienes se fueron para nunca más volver. Qué fuerte suena eso. Sí,
hay veces en una pérdida que por doler nos duele hasta el aliento, como te
dolió a ti, Miguel, y eso se nota en
la elegía a tu amigo Ramón Sijé.
Pero ya sabemos que los vivos, para poder soportar el drama, tiramos hacia
arriba aunque nos llueva el meado. La Sexta lo hace en su parcela. Desde que
empezó el lío no ha parado de endilgarnos un especial detrás de otro, y con acierto,
tal como hemos visto el pasado mes con los datos de audiencia, que casi se
codean con los de La 1, a la que le roza el flequillo y le habla de tú, qué
barbaridad. De ese machaque, conscientes de la matraca, han sacado punta. De
ahí el anuncio de la nueva temporada de Salvados
en el que se ve al director de la casa, Antonio
García Ferreras, pidiéndole paciencia a Évole porque el periodismo manda, y que si hay hueco, pues eso, Salvados volverá, y que mientras tanto siga
de niñero entreteniendo a los críos de Ferreras. Pobre niño, se dice con sorna
en la redes. Sólo ve a papá y a mamá Ana
Pastor en la tele, como si estuvieran pajaritos, fiambres, mártires del
periodismo que nos asola. De verdad que empieza a dar miedo encender la tele y
saber que, sea la hora que sea, verás la mano abierta de Ferreras frente a la
cámara o su cara con grave expresión, paralizada en uno de sus teatrales y
dramáticos silencios. ¿Está vivo o muerto? Tengo mis dudas. Pero no como el
cadavérico ¿Cómo lo ves? que emite La
1. El zombi Carlos Herrera alucina
pepinillos –dice Alberto Chicote por
la esquina de la pantalla, incapaz de seguir descansando en su ataúd para descanso nuestro- cada vez que asegura que se van sumando
seguidores al programa. Pobre. Los pierde en cada entrega. Cada entrega pierde
fuelle y camina de la vida arrogante del engreído a la fría muerte de la
indiferencia catódica. Carlos Herrera es un muerto que aún cree estar entre los
vivos de la tele.
También
hay zombis
Ni que decir
tengo que está más viva la copia de Raúl
Pérez que el original que anda por el plató de La 1. Verán. El magnífico
imitador –ahora también en Antena 3 como concursante de Tu cara me suena- pasó por el Late
motiv de Buenafuente en #0 y me
dejó boquiabierto. Si el original Carlos Herrera me da grima y saca de mí lo
peor como espectador, la copia hace que me descojone porque el tío no sólo
borda sino que, de paso, como toda buena imitación, saca a flote las miserias
de señor tan afectado. Vayan a Youtube y busquen el vídeo. Verán cómo la copia está
vivísima y el original se queda oscuro, deslucido y marchito, muertecito en su
engolado histrionismo. No salgamos de La 1, a donde ha llegado en su ataúd de
lujo Operación Triunfo, nacida muerta
desde que alguien le dio sus bendiciones. Es un cadáver que se cree en plenitud
de forma, y por eso, como los pavos reales, despliega su plumaje tan vistoso.
Sólo hay que ver el rastro hediondo de daños colaterales, y no me refiero sólo
a la insufrible exhibición de cantantes con un corral de gallos en la garganta.
¿Han visto la imagen terrible de una señora como Rosario Mohedano, la tal Chayo, sentada junto a María Casado en el plató de La mañana hablando como experta de OT? ¿Quién es Chayo Mohedano? Su único
mérito es ser sobrina de Rocío Jurado
e hija de la absurda Rosa Benito.
No, por favor, no insulte TVE alegando que esta muerta es cantante porque, de
ser así, servidor es el cirujano que destrozó la cara de Bibiana Fernández, qué pena, expulsada esta semana de los humos de Masterchef. Otra divina, Ana Rosa Quintana, no está muerta, pero
Susanna Griso le ha ido comiendo el
calcañar y en audiencias la ha puesto en el sitio de los zombis, a un paso de
los personajes de The walking dead, y
quizá por ello cuando quería decir DUI catalán se le escapó un DIU intrauterino
que por poco la deja a un tris de El club
de la comedia, ay, en qué estaría pensando.
Soy un miserable
Es lo que me
pregunto cuando veo Dani y Flo. ¿En
qué estarán pensando en Cuatro? He visto algunas tardes a Dani Martínez empezar el programa con un estruendoso “hoy tenemos
un programón”, dicho con algarabía y contento seguido a ciegas por la chica de
al lado, Lara Álvarez, que remacha
la misma idea, “programón, Dani, programón”. No contentos con dos muertos que
lo saben sacan a otro en Dani&Flo,
sacan a Flo, la pata del nombre, a Florentino
Fernández, que estos días hace el peor Puigdemont
que imaginarse puedan, y eso que los tres se ríen a rabiar. No pillo las
gracias de Dani&Flo, no las
pillo. La audiencia tampoco. Apenas un tres por ciento escueto. Escuchar al
trío de presentadores exagerar su contento con risas de lata produce un
desasosiego en el espectador que te bloquea, o unos retortijones similares a la
grima de ver al siguiente fiambre. Pillan a Ana Obregón inflada de silicona como una pepona con bultos en las
mejillas que le llegan a la bolsa de los ojos, como esos cadáveres a los que
arreglan como si en vez del último viaje estuvieran invitados a un baile de
disfraces, y le tiran de la lengua para que suelte inventos, paridas, para que
dé juego en los programas que se nutren de miserias y basura, y ella entra al
trapo diciendo que “tengo proyectos para televisión, pero no los quiero y los
voy dejando de lado”. No se lo cree ni ella, que es lista y sabe que a las
muertas nadie las llama. Es la misma estrategia que tienen en Dani&Flo, que ellos mismos se jalean
porque saben que al otro lado sólo hay vacío, indiferencia, y frío. Así que
cuando Dani Martínez vocea “hoy tenemos un programón”, él sabe que vive en el
reino del olvido y el espectador invisible se pregunta “¿un qué, bonico?”. Por
cierto, y perdonen que termine hablando de mí y de otro extinto, finado, momia,
occiso, don Arévalo. El martes
volvió a Sálvame de pus. Y dijo que “Cipriano Torres es un miserable porque
dice que yo vine aquí a vender la muerte de mi mujer”. Qué cosas tienen los muertos. Normal, no
saben ni leer.
La guinda
Acosos
Llevamos una
racha de denuncias de acosos sexuales que no se las salta un galgo. Hay de
todos los tamaños, en todos los campos, y a todo tipo de famosos, incluso a
famosos de medio pelo. Vamos a acoso por día. El prescindible Rafa Mora, nacido en el purín de Mujeres y hombres se suma al relato de haber sido acosado que ya conocemos
de otro zoquete como Antonio Tejado,
ex de otra lerda mentada en esta página.
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