Guarrillas
en verano
(Artículo publicado el domingo, 26 de junio, en diarios de EPI PRESS)
Leí hace unos días, quizá
unas semanas, que Ana Obregón volvía
del olvido. Se cargó nuestro descanso
con su regreso. En carne mortal y en versión catódica. El jueves, si la fecha
de tan memorable acontecimiento no ha variado, se puso al borde del mar para
que las olas, deseosas, ansiosas, desmedidas, nerviosas, maleducadas por ver
quién es la primera, pudieran lamer sus ubres como lo hacen desde que el mundo
se volvió majara. Es el rito de su posado veraniego. Esta señora siempre me dio
un poco de grima. Ahora me resulta inquietante. No sabe uno en qué parte de su
ser hay más silicona, si en el cerebro, en las mejillas, o en las tetas. Total,
que empieza el verano y ella, la bióloga, lo ha inaugurado para que este país
tenga la creencia de que, salga lo que salga en las urnas –me temo lo peor-
funciona, no se viene abajo. ¿Hay más? Hay más. Anuncia –hay que estar
pendiente, que las trolas las carga el diablo- que empieza a grabar un programa
como el de las hermanas Kardashians,
vamos, otro puto Alaska y Mario. Ah,
no, sonríe muy ofendida Ana la de los 7, no es como lo de las Kardashians porque
“lo mío es más profundo, yo soy actriz y ellas no”. Acabáramos. Dice que hace
el programa –en Dkiss, responsable de hitos como Mi secreto al desnudo, 90
días para casarte, o Enterrado en mi
basura - para que la conozcamos mejor. Esta tía flipa. Y la cadena también.
Creo que una de las promociones decía que emitía programas protagonizados por
“gente real para mujeres sin prejuicios”. Alto ahí. Ana Obregón y gente real no
casan. Aunque es verdad que no hay que tener ni un resto de prejuicio para
tragarte lo que quiera que haga esta señora cada día. Lo mío es más profundo,
yo soy actriz y ellas no. No me canso de repetirlo. Lo mío es más… en fin.
Estas pájaras son la caraba.
Leti y la salchipapa
El verano acaba de empezar y
ya tenemos exceso de candidatos a panolis del mes. Los que fabrica la
productora Lime Pictures como concursantes de Gordie Shore para la cadena británica MTV son espuma de choni,
gemelos de nuestros compi yogui Mujeres y
hombres y otros berzas. Serán “british”, pero son tan huecos como los que
exhibieron su vulgaridad en nuestro Gandía
Shore. Tanto, y tan mala imagen dan allende nuestras fronteras que en las
Baleares, desde el Govern a los ayuntamientos, -Calvià, Magaluf-, o a los
empresarios del ramo, han dicho no a la productora, negando permisos para
grabar semejante bochorno de guarrillos en acción. No quieren dar la única imagen
de que por sus costas y sus pueblos corren el semen, el alcohol, y el desenfreno
más gañán. Según Diario de Ibiza están grabando sin permiso en San Antoni. Digo
guarrillas y enseguida sale en mi buscador la Leti. Tras el éxito sideral de “Mr.
Polisman” y “Yo quiero fiesta” llega la “Salchipapa”, un eructo de cutres marranas
que mueven sus lorzas en clubes para ganaderos y campesinos. Qué pena que la
cincuentona, Leticia Sabater, no
enseñe su himen zurcido mientras, con esos labios de comer muchas salchipapas,
canta su último rebuzno. Tiki tiki, tiki taka, lo bailan en la playa, lo bailan
en las discos, lo bailan en las fiestas, salchipapa, lo bailan en los bares,
tiki tiki tiki, tika tika taka. Portentoso. Se me salían los ojos. ¿Esto va en
serio?, me decía. Y me puse a reír, la madre que la parió. ¿Dignidad? Por
favor, ¿es que la tiene alguien que se jala una salchicha bien gorda que
chorrea lo que tiene que chorrear? Seguro que para Carles Simarro, concejal del PP y ex alcalde de Sóller, esa joyita
de pueblo mallorquín, el vídeo sería apto para verse cuando España celebre “el
día del machote” o, mejor, “el día de la señorita de toda la vida”, esa que se
traga la salchipapa del machote sin rechistar, por decreto divino, joder, que
una guarrilla es una guarrilla y un tío es un tío, no eso de LGTB ni cojones.
Juego de conejitos
Cómo terminar la columna,
hablando de cerdas, sin meter a Silvio
Berlusconi, yonqui del bisturí, poseído por la atracción del implante.
Salió de su última operación no para inyectarse silicona en las mejillas o en
los labios, ni para ponerse más pelo en la tupida cabellera de Il Cavaliere,
sino a corazón abierto, a vida o muerte, y lo hizo como un chaval de 15,
comiéndose todo lo que hubiera delante. Y delante estaba Cristina, una enfermera española que atendió al capo en perpetuo estado
de viagra. El articulado donjuán, pasando por encima de su empleado Paolo
Vasile, vaciló un poquito a la paisana ofreciéndole, si quería, un
puesto en Telecinco. ¿De enfermera, para atender los vahídos vespertinos de la
peña de Sálvame, de Mama Chicho, de
barrendera del plató de Ana Rosa
Quintana, esa dama acostumbrada a hollar la basura como si no fuera con
ella? No queda claro. Berlusconi ha hecho un Maritere Campos. Es decir, confunde su vida privada con la pública,
convirtiéndose en una titiritera 24 horas al día en nombre del espectáculo. La
malagueña lo hizo de nuevo en la última edición de ¡Qué tiempo tan feliz! Convaleciente de una operación de vesícula,
como su jefe Berlusconi para que le reemplacen la válvula aorta, celebró su 75
cumpleaños soplando velas en su casa, con parte del equipo, plantando un set en
su comedor, al estilo Bertín –¿se ha
puesto más fondón en Telecinco, se sube el pantalón al sobaco, ha dado rienda
suelta, ahora sin el corsé de la tele pública, a su lado más pedestre, si
cupiera la posibilidad?-, junto a su amor, Bigote
Arrocet, esa dentadura, esa melena. Pero aquí hemos venido a hablar de
guarrillas, hombre, se oye a Paco Umbral
tronar desde su tumba. Un empresario de Nevada, EEUU, ha tenido una idea. Alrededor
de El rancho del conejo, un burdel para los amantes de Juego de tronos, ha creado su particular “camino de la vergüenza”,
y en vez de Cersei Lannister, la bella Lena
Headey, pasean por la calle los clientes en bolas. Las chicas se forman
viendo escenas de sexo de la serie para luego estar a la altura del cliente. Aquí
hemos venido a hablar de guarrillas, gritan desde la isla, donde defecan detrás
de los cocoteros, Steisy, Mila, y Yola. No sé si me explico. Fin de la cita.
La guinda
TVE, otra vez
Lo han vuelto a hacer. La
dirección de Informativos, amparada por la de TVE, no se rinde. Fiel a su amo sigue
hasta los límites de la indecencia periodística y las reglas del juego político
protegiendo los asuntos del PP. La última, la charla entre el ministro Jorge Fernández y el jefe de la Oficina
Antifraude de Cataluña tratando de buscar escándalos contra ERC y CDC. Pues
bien, para el Telediario, la víctima
es el ministro.
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