miércoles, 18 de febrero de 2015

Maldeojos. El show político



El show político
(Artículo publicado el domingo, 15 de febrero, en diarios de EPI PRESS)

       A raíz de una usurpación de su cuenta de Twiter al insigne Alfonso Merlos le hacen decir que una foto de la pinga de un actor porno es su favorita. Vayamos por partes. Alfonso Merlos es el periodista que cuando habla de los logros del PP, que son todos, se entrega sin matices en un orgasmo ante la cámara sin tener la precaución de quitarse el traje por si en la euforia del ay, ay, el terno sale manchado. En 13tv tiene su revista de humor, que él desgrana con la solemnidad de un informativo. Es el que hace meses, todo serio, con la quijada aún más adelantada en plan el PP es mi guía, y Mariano mi profeta, dijo que se alegraba por los que habían encontrado trabajo y por los que luchan para “ganarse un mendrugo de pan”. ¿Un mendrugo de pan? Ni Rodrigo Rato, ahora que se ha puesto la cofia de la caridad, habla así de los hambrientos. Menudo mendrugo está hecho este trajeado que explica en su cadena, como Belén Esteban explica en la suya sus cosas, que lo de la usurpación es el no va más de la delincuencia. Y no digo yo que no, pero tampoco hay que ponerse así porque un lunático se haya hecho pasar por él eligiendo como favorito los 25 centímetros de carne del actor porno Chris Diamond, un chaval sevillano que ha sabido sacarle partido a lo único que lo distingue, un pito como una catedral. Merlos no sólo se enreda en una soporífera historia sobre libertad de expresión, periodismo, delito, daños, moral, y “que lo lleven en su conciencia” quienes hayan dado pábulo al bulo, sino que, al abrir el plano, el realizador muestra a quienes acompañan al agraviado. Ahí van. Antonio Jiménez, Alfonso Rojo, y Carlos Cuesta. Menudo trío. No hay vez que abran la boca que no parezca que se han fumado con avaricia el periodismo del bulo, de la desfachatez y de la inmoralidad. Lo que ahora traen con Podemos es de traca. 
Alfonso Merlos es el periodista que cuando habla de los logros del PP, que son todos, se entrega sin matices en un orgasmo ante la cámara sin tener la precaución de quitarse el traje por si en la euforia del ay, ay, el terno sale manchado.


El pajarito de Varoufakis
       Claro que Juan Carlos Monedero, el tercero de Pablo Iglesias, se lo está currando desde dentro para que les den tortas así de grandes. Lo sacan en Más Vale tarde, en La Sexta, para recordar que lleva dos semanas desaparecido después de haberse puesto al día con Hacienda. Hacen un montaje recordando que Iglesias dijo que ellos siempre darían la cara y no repetirían las maneras de la casta. El tal Monedero las está repitiendo punto por punto. Y así lo soltó otra mendruga exquisita, la truculenta, desvergonzada, y atrevida Esperanza Aguirre en su impactante paso por Salvados. La noble sexagenaria tuvo el cuajo de decir que en Madrid no ha habido recortes. Yo creo que semejante afirmación pilló tan desprevenido a Jordi Évole que lo dejó con la pata quebrada. Lo mismo que le ha pasado a Antonio Miguel Carmona, el candidato socialista a la alcaldía madrileña, que se quedó hecho un chusco de pan cuando Pedro Sánchez desmontó el miércoles el PSOE en Madrid expulsando del carro, ¿o vendría mejor decir tranvía?, a Tomás Gómez. ¿A quién defenderá ahora el tertuliano Carmona? Es fácil imaginarse la reacción de Mariano Rajoy al enterarse. Que me traigan otro puro, coño, diría, viva el vino, y hasta la polla de Chris Diamond, sí señor, así se hace, este líder de la oposición es un talento a tener en cuenta en nuestras filas. Esto de la política es más divertido que cualquier ocurrencia que le hagan decir a los chungos Chunguitos, los racistas y homófobos hermanos Salazar que Mediaset, en un ataque de dignidad para hacer más caja, expulsó de Gran Hermano VIP pero metió enseguida en Los Gipsy King, programa-insulto a los gitanos desde Cuatro.  Estar al tanto de los mendrugos que habitan nuestros partidos políticos es tan divertido como ver a los dirigentes europeos tratar a la última estrella mediática, el ministro griego de finanzas, Yanis Varoufakis, el chulazo que los pone mirando a Cuenca con la mirada y la chulería del yogur maduro. Seguro que otra forma de humillar al pobre Merlos sería decir que Varoufakis es su favorito, aunque no saque su pajarito por la bragueta. 
Seguro que otra forma de humillar al pobre Merlos sería decir que Varoufakis es su favorito, aunque no saque su pajarito por la bragueta. Yanis Varoufakis reserva ese pavor cuando le da la mano a los carcamales europeos, que tiemblan como colegiales no sólo ante las maneras de estos griegos sin complejos sino ante lo que significa su irrupción en unas moquetas, despachos, y salones que ellos creían reservados en exclusiva hasta la eternidad.


TVE, a lo suyo
TVE, por su parte, ha dado con la forma de humillar a los ciudadanos. Pero sin condón. A pelo. Queda poco para tanta convocatoria electoral y no hay tiempo para andarse con melindres. Si la televisión pública trabaja sin desfallecer para el PP, según dice todo el mundo, a qué esconderse, dice la dirección. Las mañanas de La 1 dedican su tiempo al humo, a tontunas alejadas de la actualidad, un magacín tirado a la basura gracias a un sumario que sonroja y a una Mariló Montero al servicio de la causa. Por si durante el insulso tiempo del mustio magacín no hubiera habido bastante, al final, para coronar el agravio, llega Fernando Ramos, tan simpático, dando vida a su sección, Ramos News. ¿Noticias sobre desahucios, reacciones airadas de alguno de los doce millones de pobres cuando escuchan a Rajoy decirle a Cayo Lara que no reconoce el país del que habla, noticias sobre el mendrugo ministro de Hacienda Cristóbal Ricardo y su desprecio por las formas? No, Ramos News es una de vídeos impactantes. Para partirse el culo. Luego llega Amigas y conocidas, donde han sustituido a Loles León, de lengua demasiado larga, por la moderada radical de extrema derecha Isabel San Sebastián, que completa el cuadro de damas de la caridad. Y así hasta el Telediario, donde han metido a 11 nuevos hooligan del periodismo, algunos salidos de Intereconomía, ejemplo y guía para saber qué no hay que hacer en la profesión. Chúpate esa, audiencia quisquillosa, se regocija Cospedal, la de ahora sí es una tele pública al servicio del Gobierno. No falla. El Telediario reserva unos minutos, cada día, a hablar de crecimiento económico, de bajada de la morosidad, de aumento de ventas de casas, de las familias comprando como locas. Alfonso Merlos se recoloca el paquete, el suyo, no el de Chris, satisfecho por esta España feliz. Los pobres, doce millones, que tratan de llevarse un mendrugo a la boca agachan la cabeza, miran a otro lado, y ya ni se ríen con los chistes de los políticos. 

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Este es el tal Chris Diamond, y esa pieza, sujetada al peso, es de lo que venimos hablando. Alguien, haciéndose pasar por el murcianico en su cuenta de Twitter, puso como "favorito" el rabo del sevillano, un actor porno que se echa mano a la pistola antes de saludarte.


La guinda
Corea feliz
En la entrega esta semana de En tierra hostil, que consiguió récord de audiencia con el reportaje firmado por Jalís de la Serna y su equipo sobre Corea de Norte, llamó tanto la atención lo que se vio como lo que no se pudo ver. Cuanto más ideal resultaba el país que enseñaba el español Alejandro Cao, esperpéntico personaje al servicio de la cruel dictadura, más delirante y terrible imaginaba uno la realidad de aquella ratonera.

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