viernes, 20 de febrero de 2015

Maldeojos. Advertencia



Advertencia
(Artículo publicado el martes, 17 de febrero, en diarios de EPI PRESS)

       Una producción modesta no tiene por qué ser una traba. Esta noche se estrena en Antena 3 Bajo sospecha, una serie modesta pero de factura y resultados más que aceptables. La vi cuando en el FesTVal de Vitoria se estrenó el primer capítulo, el que esta noche verá la audiencia. Es una producción de Bambú, dato importante porque si esta productora está detrás de una serie el resultado tiene que ver con el mimo y la calidad. La aclamada Velvet o Gran Hotel son productos de Bambú. Bajo sospecha cuenta la historia de cómo en un segundo la vida da un vuelco y todo cambia. Una familia celebra la comunión de una niña. Pero cuando se van a hacer la foto de grupo, la niña ha desaparecido. Ese es el dramático arranque. Cualquiera de los adultos de la ficción es sospechoso.

       También los padres, los tíos, los abuelos. Recuerda en este aspecto, como es lógico, a la excelente serie británica Broadchurch, que también emitió Antena 3. Para investigar el caso llegan al pequeño pueblo dos policías jóvenes, Víctor y Laura, quizá demasiado jóvenes, sobre todo en el caso de él, Yon González, que ni con barba disimula su carita de crío, y Blanca Romero, supongo que las concesiones “guapas” que hay que hacer para que un producto tenga tirón popular. En este aspecto Bajo sospecha nada tiene que ver con Broadchurch, que apostó por actores maduros, poco conocidos, sobrios, y de una excelencia apabullante. Al reparto se suma, entre otros, Lluis Homar en el papel de comisario, el único que sabe que Víctor y Laura son policías que se hacen pasar por una pareja de enamorados. Advertencia. Bajo sospecha engancha si te descuidas. 

Foto casi de familia de Bajo sospecha, que el FesTVal de Vitoria estrenó en primicia. El resultado es más que aceptable a pesar de ser una producción de mediano coste. Sin embargo, la señora de rojo, Blanca Romero, que hace de poli junto a Yon González, chirría más que la carreta del malo. Pero me quedo con lo positivo, y lo positivo es la apuesta de Antena 3 por la producción nacional, por el tejido laboral que se crea con series como la de Bambú Producciones. En el otro extremo ya sabemos lo que hay, una Telecinco volcada hacia el abismo más cutre y chabacano.


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