miércoles, 14 de enero de 2015

Maldeojos. Los más destacados



Los más destacados
(Artículo publicado el domingo, 11 de enero, en diarios de EPI PRESS)

      Ahora sí, a día de hoy podemos decir, y decimos, que la ventolera navideña es sólo un recuerdo. ¿Quién se acuerda hoy de los deseos de paz y amor con que algunos locutores de la vieja escuela se despedían de los espectadores cuando la paz y el amor decretados, a los pocos segundos, se desvanecen barridos por otros deseos más turbios? ¿Quién se acuerda a estas alturas de que el 31 de diciembre Carlos Sobera y Anna Simón estaban en un balcón de la puerta del Sol recordando cómo hay que tomarse las uvas para recibir el año nuevo en Antena 3? ¿Quién se acuerda hoy de las palabras de Felipe VI en su primer discurso de navidad, que se citaban como fundacionales, como lo nunca visto ni escuchado contra la corrupción, dejando claro en apenas tres semanas que aquello era parte del guión, de la farsa? Voy más lejos. ¿Alguien sabe que hubo un especial de Killer Karaoke en Cuatro en el que sacaron a  Florentino Fernández y Patricia Conde en los, eso decían, mejores momentos del programa, un programa que se va apagando hasta un olvido que a nadie importa? No lo vio ni el Tato. ¿Alguien conserva todavía algún recuerdo especial del especial de Nochevieja en la cadena basura? Por si no lo vieron sepan que Paz Padilla, esa pesadilla, y Joaquín Prat, a la izquierda de Ana Rosa, pergeñaron una cosa llamada La noche en Paz donde no faltó el tráfico de grasa saturada, la apuesta sin paliativos por el regüeldo garrulo, y por el agravio a la música con invitados como el ceporro Paqurrín, productos de factoría como Gemeliers, o verbeneros de segunda como David Civera y líricos flamenquitos de polígono como Andy y Lucas. O sea, recibiendo el año con las neuronas activadas. Nadie puede verlo todo en televisión. Tampoco todos los programas o momentos que se vivieron días atrás en esas “fiestas tan señaladas”. Por eso, para que al menos quede constancia de algo, hoy reseñamos algunos momentos que llamamos destacados.




¿A que parece que esta imagen es de hace mil años?. Pues no, como también sabemos. ¿Recordais el bombo que se le dieron a sus palabras? Que si contundencia contra la corrupción, que si cercanía a los problemas de la gente, que si... por favor. ¿Contundencia contra la corrupción? Acabado el teatrillo, a otra cosa, majestad.
Cristina y el ardor

      La gran pifia del año nuevo y del año viejo la cometió Canal Sur, como sabemos. En mi familia hubo gente a la que se le quedó la cara como se le quedó a quienes tomaban las uvas frente al canal autonómico de la gracia y el salero que no se puede aguantar por la gloria de Juan y Medio. Después de lo de Marisa Naranjo en 1989, la gran cagada de Canal Sur es lo más gordo en el mundo uva. Pero la cadena ha reaccionado como, por ejemplo, ningún partido político hace cuando detecta fruta podrida, y eso le honra. Ha dimitido el director de Emisiones y Continuidad, José Luis Pereñíguez, y hay abierto un expediente a tres trabajadores. Por si fuera poco la cadena ha emitido un vídeo de disculpa en la que, con mucho arte, se regala a sí misma carbón. Aún así, en contra de lo que dice la presidenta andaluza, Susana Díaz, lo ocurrido no “es una anécdota”. Qué va, señora, Canal Sur se lució. Y hay que saber por qué y cómo. Hay quien dijo que en ese momento, en línea con un humor que hoy salta al segundo a las redes sociales, el técnico encargado de pinchar el plano correcto del reló de la catedral de Almería miraba las tetas y el triángulo apenas tapadillo de Cristina Pedroche en La Sexta, que se puso un traje de vapor que nubló hasta a su colega, Frank Blanco, que optó por no enseñar los gayumbos. ¿Tuvo Telecinco algún momento para destacar? La verdad es que no. Fuera de su dieta de regüeldo a ajo revenido, la cadena es un pato mareado, así que en navidad o en semana santa, erre que erre. Más de lo mismo. Hasta Paz Padilla, de ella hasta la coronilla, quiso hacer un Cristina Pedroche a su manera. En uno de los números de la tarde en Sálvame se le vieron las bragas tapando el panderete. Ay, qué repelús. Luego corría de un lado a otro del plató mientras las gradas y sus compinches jaleaban su estupidez. Ay, qué vergüenza, gritaba, qué vergüenza, cómo le miro yo ahora la cara a España, sí, sí, nos reímos de Canal Sur, pero yo he enseñado todo el campanario –dígase como lo dice esta dama, en su papel de chistosa 24 horas-. Fin de la cita.

Doña Cristina Pedroche enseñó lo que le salió de su alma enseñar. Don Frank Blanco optó por no aparecer en calzoncillos. No fueron las campanadas más vistas, pero sí las más comentadas. Con permiso de las no campanadas de Canal Sur.


Coro de Hombres Gays
     

      ¿Coro de Hombres Gays? Han leído bien. Hay un Coro de Hombres Gays de Madrid. Nos enteramos, me enteré, la última noche del año en el especial 12 campanazos –los casos de corrupción más destacados del año- que La Sexta emitió en El intermedio, con el Gran Wyoming, Sandra Sabatés, y Dani Mateo, o sea, los de siempre dando por culo hasta el último minuto de 2014 . Y para redondear su mala leche y su evidente descaro ideólogo van y llevan a José Luis Rodríguez Zapatero, que dirigió el Coro de Hombres Gays. Gran acierto llevar al tío que legisló una de las leyes que pasará a la historia de los grandes logros de este país, recordándolo en un tiempo que intenta hacer el viaje contrario. Qué sorpresa que sea el director -dijo Wyoming cuando al final de la actuación del coro se supo que era ZP el director, que se mostraba de espaldas- si a usted nunca se le dio bien dirigir. Vaya, respondió el ex, pareces del PP, Wyoming. No,  no, presidente, lo que quería preguntarle es para qué aprobó el matrimonio gay si nunca me pidió la mano. Bueno, aún estamos a tiempo, dijo Zapatero metido en su papel. Ya, ya, pero es que a mí se me pasó el arroz, terminó Wyoming con un aplauso que coronó uno de los momentos más vibrantes de la noche. Y de los programas de navidad. No fue un especial muy visto, pero merece destacarse porque fue de los pocos que, como era de esperar, huyó del tópico típico, del empacho meloso, de la invitación consumista. Otro que también destacó por su oportunidad fue Cachitos de hierro y plomo que emitió La 2 la noche del 31. Escuchando a esos artistas del blues, del soul, del pop, escuchando sus voces, sólo cabe el desprecio a la farsa de las galitas donde todo es zarrapastroso y ruin. Y por supuesto destaca José Mota, cuyo impecable trabajo va más allá del humor, vía exclusiva en TVE para, como decían Tip y Coll, hablar –mal- del Gobierno.

José Luis Rodríguez Zapatero dio el campanazo apareciendo en el especial de El intermedio dirigiendo el Coro de Hombres Gay de Madrid. Fue uno de los especiales de Fin de Año menos babosos, menos típicos, menos cursis, más divertidos, uno de los más destacados.




La guinda
Pobre Alá
Resumo en el brevísimo saludo de presentación de Andréu Buenafuente, la noche de su regreso a En el aire, la del atentado terrorista a la revista “Charlie Hebdo”, la ola de apoyos a los humoristas asesinados, y de condena y rechazo a los analfabetos criminales que, kalashnikov en mano, gritan que actúan en nombre de Alá. La comedia no la para ningún dios de los que nos hemos inventado, decía Andréu, je suis Charlie. Y yo.

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