El FesTVal 2014 en imágenes

El Festival de Televisión de Vitoria,  FesTVal, 2014 en imágenes... muy particulares

No son ni las seis de la mañana. La gente aún está sonámbula. Es el primer metro que pasa. Yo lo espero en la estación María Zambrano, de Málaga, para que me lleve al aeropuerto de Bilbao. Allí me recogerá un coche que me llevará a Vitoria. Falta una hora para que salga el vuelo.

A las 8 y poco de la mañana, en Bilbao. El vuelo ha tardado una hora escasa. Hace fresco, pero el día está bien.

Mi habitación. Da a la calle, es decir, a la puerta que ya no dejará de estar controlada por decenas de fans a la espera de un autógrafo, una foto, un saludo, una mirada en exclusiva del presentador, del actor, de la actriz... ¿La habitación? Enorme. De nuevo me resulta raro pedir una habitación de no fumadores. Es una putada. Cada día me acuerdo menos del tabaco, con lo me gustaba.

El hotel Lakua visto desde la calle. Es un 5 estrellas. Y está en un barrio, el Lakua, de nueva construcción. No desentona en este barrio de trazado racional, calles limpísimas, jardines bien cuidados, y buen servicio de autobuses y metro.

Dobles, triples filas de grandes y mayores a ambos lados de la alfombra naranja esperan el paso entregado de "los famosos", que se entregan a la causa porque saben a lo que vienen, a ser adorados con la algarabía y la euforia que se desata cuando te diluyes en la masa. Me pregunto si la gente va a ver o a ver a través del móvil. Si no haces la foto, no has estado.

Seguro que no acierrtas a saber quién es. La imagen está tomada dentro del Teatro Principal de Vitoria, donde se estrenó el primer capítulo de la actual temporada de Águila roja. Así que el de la derecha, sin caballo ni pluma roja, es Águila, es decir, David Janer.

Este es el vestíbulo del Lakua. Sí, es un actor. Tiene una voz extraordinaria. Pero no diré, por ahora, su nombre. Sí que ha hecho teatro, cine y televisión. Fue el malo malísimo de una serie muy vista... en Antena 3. Y ahí me planto.

En el patio del palacio de Villa Suso se presenta, frente a la atenta mirada de decenas de cámaras, Bajo sospecha, la nueva ficción de Bambú para Antena 3.

Cualquier sitio es bueno para hacerse unas fotos con Cristina Pedroche, que recibió uno de los premios que concede, dentro del FesTVal, una página web de información televisiva. Por cierto, guapa, Cristinita, ¿has probado a pintarte menos? Ibas como una muñequita. O como una fulana buscando su esquina. Pero no me hagas caso, que empiezo a chochear.

Catedral gótica Santa María de Vitoria. En el centro, al lado del parque La Florida, muy concurrido, muy agradable, muy cuidado.

Susana Griso acudió al FesTVal para recoger su premio Joan Ramon Mainat

Alberto Chicote entrando al autobús que nos llevó a la boca del lobo, al camino naranja, una alfombra que se hacía interminable porque había que cruzarla sin alternatiuva. Desde el bus a al Teatro Principal, más de 40 metros de gente haciendo palmas, aullando y pidiendo autógrafos a quien tenía que pedírselos, no a ti, con una cara que no suena a nada.

Jalís de la Serna, periodista, junto a Alejandra Andrade firmó la serie de reportajes Encarcelados. El jurado del FesTVal, del que formo parte, le dio uno de los premios Pasión de Críticos al programa que emitió La Sexta.

Nada, no hay manera. No me acuerdo del nombre de este señor.

Nacho Guerreros, el Coque de La que se avecina.

Loles León, que cruzó la alfombra junto a su "amiga y conocida" Paloma Gómez Borrero, ambas formando parte de las chicas del programa tertulia de Inés Ballester que se emite en La 1 después de la birria de programa de Mariló Montero.

Jordi Évole, otro premio Pasión de Críticos. Es el segundo que recibe. Esta vez por su Operación Palace, aquel reportaje que se hizo sobre la fiucción de un golpe de Estado preparado y falso.

A treinta centímetros de mí lo tuve. No, el jurado no le dio nungún premio. Recibió el Joan Ramón Mainat que concede la dirección del festival. Llegó, parece que sonrió, firmó autógrafos, recibió el premio, y se acabó.

No sé por qué se ha colado esto aquí. Pero recuerdo que estaba buenísimo. Dos kilos me he traído de más. Y yo sé dónde se han metido.

La pobre María Galiana se negó a volver a salir para atender a una televisión. Corrió al interior del teatro como quien se refugia de un aguacero. Sobrevivió a la alfombra, y no quiso tentar la suerte.

Me encantan estas fotos que podía haber hecho en condiciones, con el personaje posando, centrado, pero no, me gusta esa pizca gamberra de robar las imágenes sin que su dueño se entere. Aquí, Javier Gutiérrez-que sí, que lo conoces, el Sátur de Águila Roja- abandona el comedor.

Estas criaturas se pasan el día y la noche -literal. haciendo guardia. Son educadas, no molestan, no son insolentes, pero no desfallecen. Jamás de los jamaes me reconocería en esa actitud. Mi vena "fans" es más que limitada. No soy nada mitómano.

Lluis Homar jugueteando con el teléfono móvil. Ese gran personaje de nuestra sociedad.

El poder de convocatoria del FesTVal es innegable. Y faltan, seguroa que faltan medios porque aún era temprano.

Apoteosis final. Luis Larrodera ha culminado otra gala con excelencia y el público en pie. Joseba Fiestras, director del FesTVal y Arantxa Lalinde, subdirectora, y el resto del equipo, pueden descansar a gusto... hasta el próximo año.

Lo siento. Casi termino este particular resumen fotográfico con uno de los descubrimientos gastronómicos de esta edición. Son pochas frescas tiernas en salsa verde con bacalao. Sólo decirlo se me vuelve a hacer la boca agua. Para escribir este pie de foto llamo al hotel Lakua y hablo con el jefe de cocina, un artista, no hay duda, que me cuenta que además lleva un poquito de chacolí del terreno, es decir, sabiduría, refinamiento, y buen hacer al servicio de un placer para compartir.

Con este morro me quedé el último día, recogiendo las maletas.