La ministra
(Artículo publicado el martes, 28 de julio, en periódicos de EPI PRESS)
Buenas noches,
ministra. Buenas noches, contesta la ministra, quiero decir que gracias a la
eficacia de las medidas de Mariano Rajoy
el paro está bajando como nunca. Señora ministra, articula el periodista en un
leve respiro de la señora, que se embala con su bla bla y ni siquiera mueve un
pelo de su melena de cemento armado, no me negará que… Sí, sí, es lo que le iba
a decir, que la recuperación no sólo es evidente sino que es justa porque no
está dejando a nadie atrás, continúa la ministra, cada vez más en su mundo, a
su bola, importándole una cagarruta de perdiz lo que le preguntes porque ella
ya tiene la respuesta preparada. Es la ministra Fátima Báñez, la que confiaba en una virgen – ¿la del Rocío?- para
salir de esta. La conversación de arriba no es real, pero sí verosímil. Es
cuestión de contrastarla y me cuentan.
Durante su
reinado, la reina del autismo político, de la mediocridad y la falta de empatía
sólo ha pisado un plató de televisión, sólo uno, y eso que a Pablo Casado, “el nuevo aire del PP”, sólo
le falta coger a los ministros de la oreja y llevarlos a las teles para que
pregonen las buenas nuevas, siempre que algún Bárcenas redivivo no se ponga chulo y menee las aguas profundas del
PP, que son turbias y pestilentes. Fátima Báñez tiene no sólo miedo sino pánico
a los focos, a que le pregunten, a que le repregunten, a que traten de
desmontarle con la otra cara de la recuperación
–parados de larga duración, trabajos de risa, sueldos para llorar, miles
de familias sin ningún ingreso- su cínica martingala triunfalista. La señora
ministra sólo ha estado en 13tv durante estos cuatro años. Está en casa. Es
periodismo amigo. Así da gusto de salir en televisión.
A esta sí, a 13tv puede ir una tranquila sabiendo que la melena volverá a casa sin haberse despeinado. |
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